En octubre de 2017 la deuda hospitalaria, es decir compromisos por pagar de los servicios de salud a proveedores, llegó a $ 349.433 millones, según un informe del Ministerio de Salud que entrega periódicamente al Congreso, por Ley de Presupuesto.
Se trata de la cifra más alta registrada y publicada en los últimos años y precedida por los montos registrados en septiembre de 2016, donde el sobregasto llegó a los $ 306.719 millones.
Dicha situación que acompaña el diario quehacer de los hospitales en Chile se genera, principalmente, por la diferencia que existe entre los ingresos que reciben al año los servicios de salud mediante Ley de Presupuesto, y gastos generados en igual periodo.
Factores como la subvaloración de los aranceles donde los precios que se fijan para las prestaciones no estarían cubriendo los costos reales de las mismas, así como el sobregasto generado en áreas como adquisición de bienes, servicios y de personal, influyen en el incremento. Asimismo, la epidemiología de la población e, incluso, las históricas cifras de donación y trasplantes de órganos registradas durante 2017 generaron mayor producción.
Pese a que el Ministerio de Salud y el de Hacienda han tomado diversas medidas para paliar el déficit, como establecer reglas de equilibrio financiero para que los gastos operacionales de los servicios de salud no superen el 3% de los ingresos del año, o ingresar glosas a la Ley de Presupuesto para controlar gastos en áreas como compra de medicamentos, u obligar al pago dentro de los 45 días de recepcionadas las facturas, entre otros, según algunos parlamentarios, la situación es "incontrolable".
Así lo planteó el diputado integrante de la Comisión de Salud de la Cámara, Juan Luis Castro (PS), quien añadió que "es lamentable cómo el Minsal ha quedado en deuda porque no ha estado a la altura para controlar el mal manejo de la actividad financiera de los servicios de salud".
Por su parte, la diputada independiente Karla Rubilar aseguró que según informes de la Dirección de Presupuesto, la deuda a noviembre de 2017 habría alcanzado los $ 460 mil millones. "Es una deuda fuera de control, que no se correlaciona con sustanciales cambios de oportunidad y calidad de la atención y denotan un fracaso en las medidas anunciadas durante todo el mandato", dijo.
Por su parte, el diputado de la Comisión de Hacienda de la Cámara, Manuel Monsalve (PS), explicó que "la discusión es ver si la deuda es gestión o que yo hago actividades que me cuestan 120 y el Estado me paga 100. Si lo que hacen me cuesta 120 y me pagan 100, no tengo posibilidad de disminuir la deuda, y si me piden más consultas y cirugías y me sigues pasando 100, evidentemente la deuda va a crecer", dijo. Agregó que "la cifra no me sorprende y creo que lo que no ha resuelto el ministerio es que a los hospitales y a los servicios se les transfieran los recursos de acuerdo a los gastos reales que tienen".
Inyección de recursos
En ese contexto, cada año tanto Salud como Hacienda destinan recursos desde sus arcas para ir paliando la deuda. Es así como a diciembre de cada año el sobregasto hospitalario no supera los $ 200 mil millones y, por lo mismo, se espera que los registros que se conozcan a diciembre de 2017 incluyan la inyección de dichos recursos.
Es por ello también que consultada al respecto, la subsecretaria de Redes Asistenciales, Gisela Alarcón, declinó referirse al tema, hasta tener el año cerrado. "No voy a hablar nada hasta que entreguemos todo", indicó.
El presidente de la Asociación de Proveedores de la industria de la Salud (Apis), Christian Hänel, manifestó que entre diciembre de 2016, y septiembre de 2017 que eran $ 45 mil millones, la deuda vencida se elevó en un 146%. "El crecimiento de la deuda vencida, a pesar de las conversaciones sostenidas (con el Minsal), significa que no hubo voluntad por parte de la autoridad", sostuvo.