Este jueves recién pasado, un avión de la empresa costarricense Lacsa que despegó desde Santiago a Lima tuvo que devolverse y aterrizar de emergencia, a raíz de un problema mecánico. Este hecho se suma a otros de similares características registrados en los últimos meses, con la llegada de nuevas líneas aéreas que se integran al mercado.
Según Lorenzo Sepúlveda, director de Seguridad Operacional de la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil), el número de problemas registrados está dentro del rango normal, ya que el sistema de revisión técnica es estricto e igual de exigente tanto para empresa low cost como para aquellas que no lo son.
"La responsabilidad técnica de cada avión es de la autoridad aeronáutica del Estado donde está matriculado (inscrito) y de la propia línea aérea. Nosotros, como DGAC y como parte de un convenio en Latinoamérica, nos comprometemos, además, a revisar al menos cuatro veces al año a las líneas extranjeras, al azar", dijo Sepúlveda. En el caso de Lacsa, la DGAC ya la había inspeccionado cuatro veces este año sin encontrar inconvenientes, hasta la emergencia de este jueves, que se trató de una alerta de temperatura en uno de los motores y no de un incendio.
"El recalentamiento es algo que puede ocurrir, no es algo de otro mundo. Y si bien un avión, hipotéticamente, podría perfectamente volar con un motor, el protocolo indica regresar al aeródromo más cercano por seguridad", agregó Sepúlveda. Sobre el incidente, no fue posible obtener la versión de Lacsa.
El directivo explicó que, antes de despegar, cada avión es inspeccionado por especialistas propios, de acuerdo con los programas de mantenimiento del fabricante, y luego por el comandante, cuyos informes quedan registrados.
En el caso de las aerolíneas chilenas, con naves matriculadas en el país, la responsabilidad final es de la DGAC, junto a la firma. "Así como hacemos más de mil inspecciones a nuestras naves acá, el resto de los países hace lo mismo con las suyas, no existiendo ninguna diferencia en los procedimiento entre líneas que son low cost y las que no lo son. Técnicamente son iguales, ya que el precio bajo se relaciona con otros aspectos", indicó Sepúlveda.
Líneas de bajo costo
Para Ricardo Quinteros, gerente de Mantenimiento de Latin American Wings, una de las nuevas líneas low cost que ya funcionan en Chile, la seguridad es clave para cualquier compañía.
"El sistema es muy riguroso y se hacen revisiones periódicas antes y después de cada vuelo, diariamente, por ciclos y por horas de vuelo según los manuales Boeing y de General Electric. Adicionalmente, la DGAC es sumamente rigurosa", dijo el directivo.
Para Estuardo Ortiz, vocero de JetSmart, "ser ultra low cost significa más alta productividad y tecnología y en ningún momento se ve afectada la seguridad. Trabajamos de cerca con la DGAC y todos los aviones que operaremos son nuevos y modernos Airbus A320. Este modelo es tan elegido por las aerolíneas mundiales, que cada dos segundos despega o aterriza uno".