Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) ignorar la hipertensión tiene una serie de consecuencias a la salud sobre todo al corazón y los vasos sanguíneos de órganos importantes como el cerebro y los riñones.
El nefrólogo de Integramédica -parte de Bupa- y presidente de la Sociedad Chilena de Nefrología, Eduardo Lorca, explica que no tratar la hipertensión puede conllevar la llegada de otras enfermedades de alto riesgo. "En nuestro país, una de cada siete muertes es atribuible directamente a la hipertensión, ya que es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de la Enfermedad Cardiovascular (ECV), principal causa de muerte en Chile". Con datos a 2015, la ECV provocó un 27,1% del total de las defunciones en el país.
Es fundamental que quienes padecen de hipertensión tengan una alimentación saludable, realicen actividad física, mantengan su peso, eviten el tabaco, consuman al menos 5 vasos de agua diarios, y disminuyan los niveles de estrés.

LOS NIÑOS

Las cifras mundiales señalan que la prevalencia en el mundo de niños con hipertensión se encuentra alrededor de 3-3,5%, sin embargo los indicadores chilenos están por sobre este promedio. Hace 10 años los estudios internacionales afirmaban que el 1% de los menores tenía hipertensión. Sin embargo, las investigaciones más recientes demuestran que la cifra se ha elevado y en Chile ha llegado al 4,0%.

El especialista explica que el principal factor de la hipertensión primaria es la obesidad, que afecta al 20% de los niños chilenos. A esto se suman otros factores claves como la herencia genética, las variaciones hormonales, el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios, además del alto consumo de sal y comida chatarra.

Cuando  la causa de la hipertensión es el sobrepeso u obesidad, un cambio de estilo de vida es la mejor ruta para bajar la presión arterial. Para eso es importante establecer metas intermedias que gradualmente reviertan los riesgos de un niño, evitando crear metas que sean inicialmente imposibles, y que puedan desalentar los esfuerzos adicionales.  "Un elemento fundamental en los menores es que si bajan de peso, pueden normalizar la presión arterial sin tratamiento farmacológico", explica Lorca.