Antes eran Isabella Rossellini o Michelle Pfeiffer. Ahora último Julia Roberts, que firmó por varios millones para Lancôme. Y hace unos días Diane Kruger, que llegó a acuerdo para convertirse en vocera de L'Oreal, el gigante francés de la cosmética que al año vende miles de dólares en productos para el pelo, cremas, maquillaje y perfumes. La alemana es su nuevo símbolo de belleza. La próxima musa en una exclusiva lista de actrices, cantantes y modelos de piel perfecta y carisma que han conseguido este tipo de acuerdos con grandes marcas del mismo estilo.
"Diane tiene gracia natural, elegancia, talento y personalidad", explicaron los relacionadores públicos de la figura de Bastardos sin gloria, la película de Quentin Tarantino donde interpreta a una diva del cine alemán durante la ocupación nazi de Francia, que viste brillantes y zapatos a la moda, y que además sirve de espía de los aliados. Por ese papel, la semana pasada fue nominada a mejor actriz de reparto en los importantes premios del Sindicato de Actores de Estados Unidos (SAG), que son antesala al Oscar.
La rubia que se hizo conocida personificando los encantos de Helena de Troya, junto a Brad Pitt en 2004 en el filme Troya, primero fue estudiante de ballet, después conocida modelo y finalmente actriz. Siempre fue destacada por su elegancia en las alfombras rojas y sus facciones sin defectos. Y ya era rostro de los exclusivos y carísimos relojes suizos Jaeger-LeCoultre. Pero con L'Oreal da su gran salto. Estará en avisos en todo el mundo, igual que la española Penélope Cruz, Scarlett Johansson, Diane Keaton, la cantante Beyoncé, la modelo Linda Evangelista y las otras representantes publicitarias de la empresa. "Admiro esta marca no sólo por su calidad e innovación de sus productos, sino también porque esto representa la diversidad y la excelencia a través del mundo, los valores que están muy cerca de mi corazón", aseguró la actriz a la revista In Style, tras firmar el conveniente acuerdo.