Diario chino dice que esposa de Bo Xilai confesó asesinato de empresario británico
South China Morning Post afirma que Gu Kailai se mostró "relajada" al confesar el crimen de Neil Heywood. El juicio contra la famosa abogada comienza este jueves.
El diario South China Morning Post cita hoy a un "alto miembro de la acusación" al que no identifica, para asegurar que Gu Kailai -una abogada de renombre y esposa del defenestrado dirigente chino Bo Xilai,- admitió el cargo de asesinato que pesa contra ella en la muerte del empresario británico Neil Heywood, ocurrida en noviembre pasado.
Según la fuente que cita el diario, la mujer se mostró "relajada" al confesar el asesinato. "Gu contó a los investigadores todo lo que podía recordar y, en lo que respecta a aquellas acusaciones que no podía recordar claramente, pidió a los investigadores que fueran adelante y escribieran lo que quisieran", explicó.
Además, ya el 26 de julio, cuando se anunció que la Fiscalía de Hefei había acusado formalmente de asesinato a Gu y a un asistente suyo, la agencia oficial Xinhua aseguró que "los hechos son claros y las pruebas irrefutables y sustanciales". Este jueves comienza el juicio contra la mujer, con pocas dudas de que el veredicto será de culpabilidad.
La esposa del ex jefe del Partido Comunista de China en la ciudad de Chongqing admitió también "delitos económicos", aunque al parecer sólo se le juzgará por asesinato intencionado.
El asesinato es uno de los delitos que puede acarrear la pena de muerte en China, aunque los indicios apuntan a que las autoridades optarán por una sentencia menor.
La ausencia de cargos económicos hace pensar que su esposo, en su día considerado uno de los políticos más en auge en China y del que no se ha vuelto a saber desde su baja en abril, podría evitar a su vez el enjuiciamiento.
ESCANDALO
El escándalo se desató en febrero cuando Wang Lijun, vicealcalde de Chongqing (centro) y mano derecha de Bo, pidió asilo en el consulado de EEUU en la localidad de Chengdu, próxima a Chongqing.
Allí Wang (que también podría ser condenado a muerte si se le acusa de traición al Partido Comunista) denunció, supuestamente, la mala praxis de Bo y los vínculos de Gu con la muerte de Heywood, amigo de la familia.
Hasta entonces, las autoridades chinas habían corrido un tupido velo sobre la muerte de Heywood, e incluso llegaron a sugerir que se había debido a una ingesta excesiva de alcohol, a pesar de que familiares del británico aseguraron que era abstemio.
El 10 de abril, Gu y su asistente, Zhang Xiaojun, fueron declarados "altamente sospechosos" de la muerte de Heywood.
Entonces, y de forma casi simultánea, también se reveló la suspensión de Bo Xilai del Politburó y del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) por "supuestas irregularidades", sin vincular ambos casos.
SALIDA RAPIDA
Según declaró al diario el abogado Pu Zhiqiang, "si a Gu no le acusan de delitos económicos, Bo no afrontará demasiados problemas". "Las altas esferas quieren un final sin complicaciones y rápido", agregó. La vista a todas luces transcurrirá con rapidez y podría durar un día o dos, a lo sumo.
Se produce apenas dos meses antes de que comience en octubre el proceso de transición que renovará toda la cúpula dirigente del Partido Comunista chino.
Varios de los protagonistas de ese cambio se encuentran esta semana en la localidad playera de Beidaihe, al este de Beijing, un emplazamiento que tradicionalmente ha servido para alojar reuniones a puerta cerrada de los dirigentes chinos. Entre ellos se encuentra, según ha informado la agencia de noticias oficial china, Xinhua, Xi Jinping, considerado el próximo líder chino y del que se espera que releve a Hu Jintao al frente del Partido Comunista en octubre.
Según Xinhua, Xi participó el domingo en un encuentro con "expertos reconocidos y talentos de base". También se encuentran en la localidad figuras como la consejera de Estado Liu Yandong.
Es difícil imaginar que en sus conversaciones no se aborde el proceso de transición que verá en octubre quiénes son los nuevos miembros del Comité Permanente del Politburó -el órgano de dirección colegiado del Partido Comunista- y que amenazaba con verse ensombrecido por el escándalo en torno a Bo. Hasta su caída en desgracia, se daba por seguro que Bo Xilai, de 62 años, sería uno de los integrantes del nuevo Comité Permanente.
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