El periódico Zócalo, uno de los más importantes del estado Coahuila, en el norte de México, anunció ayer en su editorial que dejará de cubrir los temas vinculados con el crimen organizado, lo que representa un nuevo golpe para la prensa del país.
"En virtud de que no existen garantías ni seguridad para el ejercicio pleno del periodismo, el Consejo Editorial de los periódicos Zócalo decidió (...) abstenerse de publicar toda información relacionada con el crimen organizado", dice el diario publicado en Saltillo, capital de Coahuila.
Esta decisión "se fundamenta en nuestra responsabilidad de velar por la integridad y seguridad de más de mil trabajadores, sus familias y la nuestra", añade el editorial.
El 7 de febrero, también en Coahuila, cinco trabajadores del diario El Siglo de Torreón fueron secuestrados, golpeados y posteriormente liberados, un crimen por el que fueron detenidas 21 personas.
El Observatorio de los Procesos de Comunicación Pública de la Violencia, integrado por académicos y comunicadores en México, estimó este lunes que estos hechos "evidencian una preocupante escalada en las presiones y agresiones contra los medios de comunicación y periodistas en el estado de Coahuila", donde cárteles del narcotráfico se disputan el territorio.
"Rechazamos que la impunidad y la indefensión nos condenen a recurrir al silencio como medida de supervivencia. Ello es inadmisible en una sociedad democrática", añadió la ONG, que exigió al Estado garantizar la seguridad de los periodistas.
A la decisión del diario Zócalo, se suman otros golpes que ha recibido la prensa mexicana este mes: El 4 de marzo, el director general de un sitio de noticias de Chihuahua, fronteriza con Estados Unidos, fue asesinado de al menos 18 balazos, mientras que dos días después, en ese mismo estado, fueron baleadas las instalaciones de un emblemático diario y una televisora.
En los últimos años, México se ha convertido en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, al mismo tiempo que se acrecentó la violencia derivada de la lucha contra el narcotráfico.
Amenazados por los cárteles, varios medios del norte y este del país han cesado de cubrir por temporadas temas vinculados con el crimen organizado, aunque por motivos de seguridad no todos lo anuncian en sus editoriales, han comentado reporteros de esos medios bajo anonimato.
De acuerdo con cifras de la oficial Comisión Nacional de Derechos Humanos, más de 80 periodistas han sido asesinados y 18 han desaparecido en México desde el año 2000.
Además, se han registrado 28 ataques contra instalaciones de medios de comunicación y 807 trabajadores de la prensa han interpuesto quejas por agravios en el mismo periodo.