Entre 1834 y 1842, el alemán Johann Moritz Rugendas, más conocido como Mauricio Rugendas, se fascinó, como tantos otros europeos, con las historias del nuevo mundo, que decidió venir a Sudamérica a plasmar esos exóticos paisajes en sus telas. Estuvo en México, Perú y Chile, donde vivió ocho años intensos, retratando a la elite y estrechando amistad con los intelectuales de la época como Isidora Zegers Andrés Bello y Claudio Gay. Aunque varias de esas obras quedaron en Chile, muchas fueron a parar a Europa. Ese era el caso de las 12 obras, entre pinturas y dibujos, pertenecientes a una colección extranjera que ayer se subastarían en la casa Christie's de Londres; ocho de ellas están inspiradas en Chile y Perú.
Sin embargo, ayer la Dirección de Archivos, Bibliotecas y Museos (Dibam), informó que dos dibujos del lote en remate habrían salido desde Chile sin autorización legal, por lo que se procedió a activar el protocolo de tráfico ilícito de bienes patrimoniales para suspender su venta, el que fue aceptado por Christi'es, que procedió al retiro de las piezas del remate.
Según la Dibam, el retiro fue confirmado por Helena Ingham, coordinadora de la subasta en un correo electrónico. Sin embargo, la representante de Christies's en Chile, Perú y Ecuador, Denise Ratinoff tomó la notificación con cautela. "Las razones por las que las obras son bajadas de subasta pueden ser muchas: problemas de sucesión, sospecha de autenticidad, etc. No existe ningún antecedente que pruebe que estas obras salieron del país. De hecho la conexión de esta colección es europea, no chilena. Es delicado hablar todavía de tráfico", dijo la experta a La Tercera.
Los dibujos corresponden a los retratos hechos a lápiz de Flora Luisa Tupper y Elisa Brock Tupper, que en Christie's fueron avaluados entre US$ 3.100 y US$ 4.300 dólares; mientras que el resto de la subasta tiene óleos que van de los US$ 99 mil a los US$ 224 mil.
En Chile las obras de arte están acogidas a la ley 17.236 de protección del patrimonio nacional del Ministerio de Educación y su salida del país al igual que su venta, en el caso de ser obras de carácter patrimonial, deben ser autorizadas por el Museo Nacional de Bellas Artes y contar con la firma de su director. "Los dibujos fueron detenidos (del remate), porque que no contaban con los permisos del MNBA para salir del país. También puede darse el caso de obras, de valor patrimonial, que por diversos motivos ya se encuentren fuera y eso nos lleva a un problema de fondo", explica Roberto Farriol, director del museo.
La Dibam confirma que hace unos meses efectivamente los propietarios de los dibujos solicitaron la salida de las obras, pero no se concretó. Las obras, además, fueron rastreadas y figuran en diversos catálogos de exposiciones locales realizadas en instituciones como la Biblioteca Nacional, el Museo de Bellas Artes, además de muestras que han sido llevadas desde Chile a Alemania.
La acción fue coordinada junto al Departamento de salida de obras del MNBA y es parte de la denominada "mesa de lucha contra el tráfico ilícito de bienes patrimoniales" creada en 2013 para proteger el patrimonio cultural y donde también participan instituciones como el Ministerio de Relciones Exteriores, el Servicio Nacional de Aduanas e Investigaciones de Chile.