Apelando a la "diplomacia del tuit", el Presidente electo de EE.UU, Donald Trump, volvió a desconcertar a los analistas al proponer revertir la que ha sido la política de todas las administraciones estadounidenses desde hace cuatro décadas respecto a la necesidad de un desarme nuclear progresivo. "Estados Unidos debe fortalecer y expandir en gran medida su capacidad nuclear hasta que el mundo entre en razón con respecto a las armas nucleares", escribió Trump en Twitter, sin dar más explicaciones, desde Florida, donde disfruta de las fiestas navideñas.
El mensaje de Trump pareció una respuesta a la orden que esta semana le dio el Presidente ruso, Vladimir Putin, a sus generales, al fijar las prioridades de sus Fuerzas Armadas para 2017, de "reforzar la capacidad militar de las fuerzas nucleares estratégicas, sobre todo con la ayuda de sistemas de misiles capaces de atravesar sistemas de defensa antimisiles existentes o futuros".
Pero el intercambio de declaraciones entre Trump y Putin no quedó ahí. Ayer el sucesor de Barack Obama sembró más dudas sobre su postura nuclear. "Dejen que haya una carrera armamentística. Nosotros los superaremos en cada instancia y vamos a perdurar", habría dicho el empresario en una declaración hecha por teléfono fuera de cámara al programa "Morning Joe", aseguró el canal NBC.
En una conferencia de cierre del año en Moscú, Putin señaló ayer que no ve nada nuevo ni notable en el tuit de Trump, y dejó en claro que no considera a EE.UU. como un potencial agresor. "Si alguien está lanzando una carrera armamentística no somos nosotros. Nunca gastaremos recursos en una carrera armamentista que no podemos pagar", dijo.
Pero los expertos no son categóricos sobre si está o no en curso una nueva carrera nuclear. "Si Trump pretende expandir el número o las capacidades del arsenal, constituiría una salida radical de la política estadounidense y aceleraría y empeoraría la competencia nuclear global y el riesgo de guerra", comentó a La Tercera Daryl G. Kimball, director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas.
"Desde hace unos años se está llevando a cabo una carrera armamentista nuclear, salvo que EE.UU. no ha participado en ella", aseguró a este medio Michaela Dodge, analista de defensa de la Fundación Heritage. En tanto, Robert Jervis, profesor de Política Internacional en la U. de Columbia, dijo a La Tercera no creer que esto conduzca a una nueva carrera atómica. "Putin sabe que no puede ganar y la mayoría de los expertos en política de defensa ven muchas otras áreas más prioritarias para el aumento del gasto que las armas nucleares, de las cuales EE.UU. tiene más que suficientes", indicó.
Sumándose al debate, China se mostró ayer contraria al deseo de reforzar los arsenales nucleares. "China defiende la completa prohibición y destrucción de las armas nucleares", señaló la portavoz de la cancillería china, Hua Chunying.