Después de un año y casi seis meses de investigación, el fiscal militar de Temuco, José Pinto Aparicio, estableció que el carabinero que percutó su arma en un enfrentamiento con mapuches, fue el responsable del tiro que costó la vida al estudiante mapuche, Matías Catrileo.

El joven murió la madrugada del 3 de enero de 2008 cuando participaba de la reivindicación del fundo Santa Margarita, de propiedad de Jorge Luchsinger, en la zona rural de Vilcún. El predio estaba con resguardo de un grupo de carabineros entre los cuales estaba el ahora acusado funcionario de Fuerzas Especiales de Temuco, Walter Ramírez Espinoza.

El fiscal militar explicó que tras los antecedentes de la indagatoria se formó convicción para acusar al uniformado por el delito de "violencia innecesaria con resultado de muerte, por lo que arriesga una condena que va de los cinco años y un día a los 15 años de presidio". Una fuente cercana al caso, señaló que el fiscal estaría pidiendo 10 años de condena.

El funcionario debía ser notificado personalmente dentro de las próximas horas, mientras que la causa dictaminada se remitía al Tercer Juzgado Militar de Valdivia, donde "después viene la etapa de plenario, donde en una primera fase el acusado debe contestar la acusación que se deduce en su contra; y después viene –si las partes ofrecen pruebas- un término probatorio".

Respecto de la coincidencia del término de su indagatoria con las críticas efectuadas por el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo, a la lentitud de los procesos de la justicia militar, precisó que "yo creo que es una coincidencia" y destacó que "nuestro servicio está integrado por profesionales, hacemos nuestro trabajo con abnegación y por cierto de la mejor manera posible".

El abogado defensor del carabinero, Gaspar Calderón, en tanto, sólo dijo que conociendo todos los antecedentes de la acusación, prepararán los descargos y tomarán nuevas acciones legales.