El niño Diego Poblete, que fue trasplantado de hígado en marzo pasado, presentó una mejoría este martes después de que ayer sufrió una descompensación, por lo que tuvo que ser conectado de nuevo al ventilador mecánico y a otros sistemas.
Así lo expresó hoy su papá Luis Poblete, quien se manifestó preocupado por la situación.
"Ayer en la tarde mientras estaba bien, inesperadamente Diego me dijo 'me siento mal' y yo le pasé un rosario, de los varios que le han regalado, luego le revisé sus pañales y le encontré sangre en éstos, y segundos después le vinieron unas convulsiones y contorneó los ojos, así que llamé a los paramédicos y le volvieron a colocar el ventilador mecánico y unas cánulas, y después mi hijo empezó a sentirse mejor", dijo Poblete.
Sostuvo que todo marchaba bien desde hace unas tres semanas. "Diego estaba alegre, el domingo escuchaba música e incluso acostado en su cama se movía como si estuviera bailando, sus deposiciones eran normales y comía bien", expresó Poblete.
Agregó que si bien no ha hablado con los doctores, él cree que pudieron haber afectado al niño "unos inmunosupresores, tales como el Prednisona o el Tacrolimus, que son bastante fuertes y que están destinados a evitar un rechazo del hígado", aspecto que siempre ha estado latente entre los médicos.
Luis Poblete manifestó que según le informaron, el niño no siguió sangrando y no presenta convulsiones.
"Sin embargo, todo volvió atrás, de nuevo conectado a distintos instrumentos, pero tengo que fe que mi hijo va a mejorar", expresó el papá del pequeño.