Angelo Henríquez no disputará el Sudamericano de Argentina, pero su nombre sigue rondando en la selección Sub 20. Frecuentemente, Mario Salas debe responder consultas acerca de la ausencia del flamante refuerzo del Wigan inglés y la rutina también afecta a los otros delanteros de la nómina que ayer, en Quilín, fue anunciada por el estratega.
Sin el ex atacante de Universidad de Chile, Diego Rubio y Nicolás Castillo deberán asumir el peso ofensivo de una escuadra que, en la etapa preparatoria, ha mostrado deficiencias en ese aspecto. "No hay problemas en la elaboración, sino en la concreción. En estos días vamos a trabajar mucho en eso", había reconocido el ex técnico de Barnechea antes de publicar el listado.
Rubio evita cargar con el rótulo de referente, más allá de que su experiencia en Colo Colo y en el equipo lisboeta le otorgue esa condición. "Esos apelativos siempre se ponen en el papel, pero si uno llega y no hace nada, no se justifican. Prefiero pensar que seremos 22 jugadores en igualdad de condiciones, que pelearemos por el mismo objetivo. Mario Salas ha enfatizado mucho la importancia del conjunto. Mis compañeros no me han cargado una responsabilidad adicional a la que sé que tengo. Vengo a entregar lo mejor de mí y estaré a disposición de lo que me pida el cuerpo técnico", declara a La Tercera.
En Argentina, Salas lo ocuparía como volante externo por la derecha, detrás del único delantero nominal. La posición no incomoda al jugador. "En los últimos siete partidos que he jugado por Sporting he desempeñado esa función, cargado a la derecha. Me acomoda bastante", comenta.
En relación con la ausencia de Henríquez, opina que "Angelo es un jugador extraordinario, pero ya no vino. Hay que preocuparse de los que estamos". El discurso coincide con el tratamiento que le dio Salas a la imposibilidad de contar con el jugador perteneciente a Manchester United.
Castillo confía
Nicolás Castillo será el centrodelantero del equipo. El cruzado asume la falta de gol que reclama Salas. "En la ofensiva nos ha costado. Hemos pecado de falta de finiquito. Pero es un detalle que estamos trabajando y que confiamos en superar con el transcurso de los días. El equipo juega bien, genera llegadas, y eso es lo que importa", dice.
El atacante de Universidad Católica espera convertirse en un buen complemento para Rubio. "Diego está jugando en Europa, y ese es un factor importante que, incluso, le da un poco de ventaja si hubiera que disputar un puesto. Si nos tocara jugar juntos, nos acomodaríamos bastante bien. Cada uno tiene características interesantes que le aportarán muchas variantes al equipo", concluye.