Con los equipos de vacaciones, y las tentaciones que el verano ofrece, como prender la parrilla, no pocos preparadores físicos están preocupados por lo que puedan hacer sus pupilos en estas dos semanas que sus pupilos tendrán libre. Prueba de ello son los resguardos que ha tomado Héctor Tapia y su cuerpo técnico en Colo Colo, que busca que en estos días los jugadores albos no presenten retroceso en el estado físico con que concluyeron el Apertura. Los expertos, en todo caso, indican que en un receso tan corto, que no alcanzan a ser vacaciones propiamente tal, la relevancia fundamental es la dieta y el descanso, tal como apunta Carlos Burgos.
"La particularidad que tiene este período de fin de año es que se trata de un par de semanas, entre ambos torneos, con pocos días. No son las vacaciones propiamente tal, que en el caso de los jugadores andan en torno a las cuatro semanas de asueto", afirma el especialista de Clínica Meds.
"Se trata de un periodo de reposo, corto, donde el cuidado principal debe apuntar al descanso de quienes tuvieron mayor carga durante el semestre. A ser tan pocos días, es difícil que algún jugador presente retrocesos relevantes en la condición aerónica, por ejemplo. Pero sí es posible que si en estas semanas no son cuidadosos con la alimantación, el jugador llegue con algunos kilos de sobrepeso que pueden resultar molestos al retomar el trabajo formal", profundiza Burgos, quien a principios de año estuvo a punto de sumarse al cuerpo técnico de Tapia en Colo Colo y que se hizo conocido por su trabajo junto al tenista Fernando González.
Para el profesional, "lo peor es que los jugadores lleguen con sobrepeso, porque eso retarda la puesta a punto".
Que un futbolista llegue con algo así como el cinco por ciento de aumento de peso tras estos días es una cuota que Burgos ya considera excesiva. "Tres o cuatro kilos en 15 días es demasiado", sentencia, aunque también repara en que depende del objetivo que cada cuerpo técnico y preparador físico apunte con su grupo.
Burgos agrega que, a nivel local, en general se entregan lineamientos de cuidado respecto de la dieta y del descanso, spectos fundamentales para este receso, en busca de que los deportistas mantengan el equilibrio. Algo que, por cierto, para quienes se desempeñan en Europa es diferente. "Por pocos días que sean, quienes juegan en el Viejo Continente llegan a estos recesos sin pauta de trabajo de sus equipos, pero ellos mismos, solos, se entrenan, sabiendo qué hacer", agrega el profesor de Educación Física. "Son atletas siempre", profundiza.
"Lo fundamental es que cada preparador físico tenga claro qué trabajo realizar con cada grupo de jugadores, porque debe ser diferente la carga de trabajo en la intertemporada entre quienes tuvieron más minutos en cancha respecto de quienes jugaron menos en el semestre anterior, para que haya una recuperación de la competencia por parte de unos y para que estén nivelados con quienes vieron menos acción", explica Burgos. Una especie de clasificación por rendimiento físico, en resumen.
El profesional, por último, cree que este periodo, además de enfatizar los cuidados de alimentación y descanso, se realiza mejor en los grupos de trabajo en los que están claros parámetros generales, donde se han estadarizado ciertas características como composición y porcentajes de grasa, resistencia al sprint y aeróbica, entre otros.