La ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que fue destituida el 2016, salió a defender al también ex mandatario Lula da Silva, luego de que el juez federal Sergio Moro lo condenara a nueve años y seis meses de cárcel, acusado de corrupción y lavado de dinero por el caso Lava Jato.
A través de un comunicado, Dilma, manifestó que el líder del Partido de los Trabajadores "es inocente" y que "el pueblo brasileño sabrá democráticamente rescatarlo en 2018".
Además, señaló que es "una flagrante injusticia y un absurdo jurídico que avergüenza a Brasil. Lula es inocente y su condena lastima profundamente la democracia".
"Sin pruebas, cumplen con el itinerario pautado por sectores de la gran prensa. El presidente de la república más popular en la historia del país, y uno de lo más importantes estadistas del mundo en el siglo XXI, viene sufriendo una persecución sin cuartel".
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Y agrega que "ahora, asistimos a esa ignominia que está siendo ejercida contra el ex presidente Lula con el objetivo de revocar sus derechos políticos. El país no puede aceptar este paso que va hacia un estado de excepción. Las garras de los golpistas tratan de rasgar la historia de un héroe del pueblo brasilero. No lo van a lograr. Resistiremos".
Los dichos de Rousseff ocurren luego de que el juez declarara culpable a Lula por haber aceptado cerca de 1,1 millones de dólares en sobornos de parte de la constructora OAS. Según la fiscalía brasileña, el ex Mandatario utilizó ese dinero para remodelar un departamento en el municipio de Guarujá, a cambio de obtener contratos en Petrobras.
Sin embargo, la condena es en primera instancia, por lo cual el ex Mandatario podrá apelar y permanecer en libertad durante ese proceso.
Con este hecho, Lula se convierte en el primer ex presidente de Brasil en ser condenado por corrupción.