El canciller israelí, Avigdor Lieberman, acusado ayer de fraude y abuso de confianza, renunció hoy a su cargo, reportó la prensa local.
En una declaración, el ministro dijo que tomó la decisión aunque no tenía obligación de hacerlo, aunque igual concurrirá a las elecciones legislativas del próximo 22 de enero.
En un comunicado, justifica la decisión en su deseo de "cerrar el caso rápido y sin demora" para "limpiar completamente" su reputación, ya que no ha cometido "delito alguno".
"Hago esto también porque creo que los ciudadanos de Israel tienen derecho a acudir a las urnas una vez que el asunto haya sido resuelto", argumentó.
Lieberman manifestó su esperanza de que "se adopte una decisión legal antes de las elecciones y pueda seguir sirviendo al Estado y los ciudadanos de Israel como parte de un liderazgo fuerte y unido que pueda lidiar con los retos de seguridad, políticos y económicos que afronta el Estado de Israel".
CANDIDATO
Lieberman concurre como número dos de Likud Beitenu, una lista conjunta del partido ultranacionalista que lidera, Israel Beitenu, y el derechista Likud, del primer ministro Benjamín Netanyahu.
La candidatura obtendría una cómoda victoria con entre 35 y 39 diputados, 17 a 20 de los laboristas y una fuerte subida de la ultraderechista Habait Hayehudi, con hasta 16 escaños, según cuatro sondeos difundidos hoy por distintos medios de comunicaciones locales.
Lieberman explicó hoy que se reunió con sus abogados y el equipo de campaña de la formación y que sus asesores legales le aclararon que no estaba obligado a renunciar a su cargo.
Ayer, en una declaración en Tel Aviv tras ser imputado, dijo que tomaría una "decisión final" sobre su permanencia al frente de la diplomacia israelí tras consultar con sus abogados y medir la influencia en sus votantes.
Horas antes, el fiscal general del Estado, Yehuda Weinstein, había cerrado un dossier grave en su contra de empresas-tapadera de blanqueo de dinero, pero le inculpó de abuso de confianza y fraude por otro menor, sustentado en la confesión de uno de sus ex asesores legales, Zeev Ben-Arie.
Ben Arie fue condenado a cuatro meses de servicios sociales por pasarle documentación de forma ilegal cuando ejercía como embajador en Bielorrusia en 2008.
El texto contenía una petición de asistencia técnica por parte del Ministerio israelí de Justicia a su equivalente en Minsk en la que se detallaban las sospechas que se ciernen contra Lieberman y los asuntos en los que se precisaba colaboración, así como números de cuentas bancarias y nombres de personas que entrevistar.
Lieberman insistió ayer en que desechó la carta sin leerla: "En cuanto entendí lo que era, le dije 'déjate de tonterías', la tiré al inodoro y tiré de la cadena". También negó haber ayudado a Ben Arie en su carrera.
Netanyahu, por su parte, manifestó su "deseo" de que "pruebe su inocencia", mientras que la oposición ha pedido desde entonces la dimisión y la líder del partido de izquierdas Meretz, Zahava Gal On, llegó incluso hoy el caso ante el Supremo.