La confiscación de dinero relacionado con actividades de los violentos carteles mexicanos de las drogas se incrementó más de cuatro veces este año en la frontera de Arizona, y los funcionarios de gobierno en EEUU lo atribuyen al fortalecimiento de las revisiones en los puntos de inspección.

En el año fiscal 2008, los inspectores interceptaron 1,1 millones de dólares que se dirigían a México; este año, confiscaron 4,9 millones.

Brian Levin, un vocero de Aduanas y Protección Fronteriza, dijo que las incautaciones reflejan un enfoque nuevo en las medidas drásticas ante el contrabando y en los esfuerzos de Estados Unidos para ayudar a México en su lucha contra los grupos de narcotraficantes, aunque la cifra confiscada es apenas una fracción de las ganancias de millones de dólares que obtienen cada año los carteles mexicanos por contrabando de drogas y personas.

Hasta este año, las inspecciones estadounidenses en la frontera se enfocaban principalmente en el tráfico que ingresaba de México, sin tomar en cuenta los vehículos que se dirigían al sur.

Pero las autoridades federales intensificaron la revisión en vehículos con rumbo al exterior, tras los reportes surgidos hace un año, en el sentido de que las armas contrabandeadas de Estados Unidos estaban proporcionando la mayor parte del poder bélico a los grupos del narcotráfico en México.

Las autoridades calcularon que el 90% de las armas utilizadas en el asesinato de policías y en el baño de sangre de los carteles provino de Estados Unidos.

La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, asignó 400 millones de dólares adicionales para la seguridad fronteriza, y la mayor parte de este dinero se utilizó para la revisión del tráfico hacia México. Fueron contratados más inspectores y adquiridas máquinas de Rayos X y otros equipos.

La ley federal exige que las transacciones o envíos de cantidades superiores a 10.000 dólares sean declaradas, ya se trate de transferencias monetarias o electrónicas. La regulación fue diseñada para frustrar los esfuerzos de los carteles para mover fondos ilícitos a través de bancos, y los investigadores estadounidenses han tomado medidas duras contra las transferencias electrónicas.