Los miembros de la comisión Mirage llegaron ayer al Congreso con altas expectativas. La diputada belga Juliette Boulet había anunciado que revelaría documentos inéditos ante la instancia fiscalizadora, por lo que los diputados se aprestaban a escuchar nuevos datos sobre las coimas que se habrían pagado por la compra de 25 aviones a Bélgica en 1994.
Pero pronto los diputados comprendieron que difícilmente conocerían antecedentes desconocidos de la investigación. "No soy juez, soy una diputada interesada en el expediente. No estoy acá para dar nombres, no es mi función hacer caer cabezas", repitió Boulet durante toda la sesión.
Luego, reveló el contenido de los documentos que proporcionaría a la comisión: un dossier de artículos de prensa belga referidos al caso, uno de los cuales leyó íntegramente.
Tras 90 minutos de sesión, los diputados de la Alianza cuestionaron la utilidad de su visita.
"Esperaba más", sentenció el UDI Gonzalo Uriarte. "Los recortes de diarios los podría haber mandado por fax y nos habríamos ahorrado mucho tiempo y dinero", dijo el RN Nicolás Monckeberg.
La parlamentaria se reunirá hoy con el ministro del caso Mirage, Omar Astudillo.