Mañana, cuando se retome la discusión de la reforma al sistema binominal en la Comisión de Constitución de la Cámara, un grupo de diputados del PS ingresará una serie de indicaciones al proyecto del gobierno.

Si bien algunas de las propuestas incluyen cambios a aspectos complementarios, los legisladores socialistas también presentarán modificaciones que afectan la estructura central de la iniciativa: el nuevo mapa electoral o redistritaje diseñado por el Ejecutivo.

El esquema de La Moneda fusiona distritos para crear zonas electorales de mayor tamaño, en los que se elegirían entre 3 y 8 diputados.

Durante el debate que se ha producido luego que se conocieran los detalles de la reforma, el gobierno ha defendido este rediseño de zonas electorales como uno de los aspectos en los que el Ejecutivo no transará. 

Sobre ese punto ha sido enfático el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien definió el mapa electoral como el "corazón de la reforma". 

El presidente del PS, Osvaldo Andrade, en tanto, también ha refrendado la postura del Ejecutivo, señalando que "los partidos y el gobierno tenemos la clara convicción de que en materia de redistritaje no hay cambios que hacer".

El fundamento del gobierno es que si se cambia el nuevo mapa electoral, se abrirá una caja de Pandora y cada parlamentario se sentirá con el derecho de pedir ajustes a su medida.

"Si se mueve uno, se mueven todos y ahí es un desarrollo complejo, por no usar un concepto más coloquial", explicaba Andrade en mayo.

Pese a las aprensiones del gobierno y el timonel socialista, parlamentarios del PS elaboraron sus propias propuestas para corregir el distritaje.

Por ejemplo, el diputado Christian Urízar presentará una indicación para que en Valparaíso se fusionen los actuales seis distritos (con 12 diputados) y queden sólo tres zonas (con un total de 16 escaños): Los Andes con Quillota, en el que se elijan cinco diputados; Valparaíso con San Antonio, en el que se escojan cinco; y Marga Marga con Viña del Mar, en el que existan seis legisladores.

El rediseño del gobierno contempla la creación de sólo dos grandes distritos, para elegir a 16 diputados.

Uno de los supuestos del redistritaje propuesto por los parlamentarios es la crítica visión que existe sobre la creación de megadistritos, lo que -dicen- dificultará y encarecerá las campañas. Además, cuestionan que la fusión de distritos no ha contemplado la mezcla de comunas con características disímiles, por ejemplo, zonas urbanas con zonas rurales. 

Algunos buscarán, incluso, que se elijan las tres primeras mayorías en cada zona, fórmula que también sirve para romper el empate que produce el binominal.

El diputado Daniel Melo también presentará indicaciones para corregir la elaboración de los nuevos distritos, ya que, según considera, hubo discrecionalidad por parte de los autores del proyecto. Un ejemplo: en el nuevo distrito conformado por La Reina-Peñalolén-Las Condes hay 601 mil electores, y se eligen seis diputados, mientras que la nueva zona que incluye a El Bosque-Pedro Aguirre Cerda se elige un diputado menos, teniendo casi la misma cantidad de votantes (596 mil).

Así, los parlamentarios PS que están trabajando en indicaciones piden la aplicación de una fórmula definida y pareja en zonas colindantes. 

"Existen algunas correcciones que hay que hacer a este proyecto en materia del valor del voto en el caso de algunos distritos, para que el valor del voto tenga igualdad y proporcionalidad en cada una de las zonas", dijo Melo.

En esta misma línea están trabajando las diputadas Denisse Pascal, Jenny Alvarez y Clemira Pacheco, quienes evalúan presentar indicaciones para modificar el redistritaje de otras zonas.  Por mientras, Pacheco propondrá listas paritarias por zona, aumentar a entre 1.500 y 2 mil UF el bono por elección de mujeres, y propiciar la elección de un mínimo de 30% de candidatas mujeres.

Otras indicaciones buscan establecer la gratuidad del transporte público para el día de la elección; permitir el voto anticipado;  y fijar una georreferenciación de los locales de votación.