Los diputados UDI Gustavo Hasbún y Enrique Van Rysselberghe, calificaron como una "venganza" la demora en la entrega de los recursos para reparar la catedral evangélica por parte del Gobierno.
"Que Bachelet frene recursos para reparar la catedral evangélica solo puede tener su origen en una venganza que atenta contra la libertad de culto", dijo el diputado Gustavo Hasbún.
"Si ella se molestó porque el mundo evangélico le dijo en su cara que según sus convicciones no estaba de acuerdo con sus políticas públicas como el aborto y el matrimonio igualitario, ello no es motivo suficiente para descargar su ira y castigar de manera tan burda y poco democrática al mundo evangélico", agregó el legislador.
El diputado Van Rysselberghe agregó que "la Presidenta Bachelet con esta decisión demuestra de manera muy poco elegante que todo aquel que piense distinto es castigado por el Gobierno; en cambio todas aquellas ONG que apoyan esas iniciativas, se les retribuye con fuertes sumas de dinero para realizar propaganda política en favor de sus intereses".
"Se habla del legado del Gobierno; pero habría que agregar a la venganza por pensar distinto, como un método muy poco democrático para imponer este tipo de pensamiento", concluyó.