Al diplomado de drones que se impartirá en la Universidad de Santiago, en el que se puede inscribir un profesional o técnico de cualquier disciplina, no es necesario llevar un dron, ya que éste será facilitado por la universidad.

José Tarrío, uno de los académicos del posgrado, explica que están en conversaciones con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para que los estudiantes paralelamente obtengan su certificación como "pilotos", previa rendición de un examen ante este organismo.

"Los dejaríamos prácticamente listos para tener la credencial", dice Tarrío.

En Chile, la credencial oficial o licencia para volar drones las entrega la DGAC, institución que indicó a La Tercera que al 21 de Diciembre se han entregado 449 credenciales de operadores de drones y se han certificado 272 aparatos.

Este año sólo se han denunciado seis infracciones, relacionadas con vuelos en sectores no autorizados que han terminado en amonestaciones, pero no multas hasta ahora.

La obligación de un permiso, rige desde el 10 de abril de 2015, cuando entró en vigencia la norma DAN 151 que regula las Operaciones de Aeronaves Pilotadas a Distancia o RPAS (por sus siglas en inglés) que se efectúen en zonas pobladas. Esta directriz también obliga a que se certifique el dron.

Si una persona sobrevuela un lugar poblado y público sin licencia comete una infracción y arriesga multas que llegan hasta las 500 UTM.