Este jueves se estrena en las salas nacionales Post Mortem, la nueva película del director Pablo Larraín, el mismo tras las elogiadas Fuga y Tony Manero. Y aunque hasta ahora el filme ha tenido buena acogida por parte de la crítica y los festivales internacionales en los que se ha presentado, no todo es felicidad para su realizador.
Anoche, los protagonistas de la película, Antonia Zegers y Alfredo Castro, fueron invitados a Animal Nocturno, pero para Larraín la experiencia no parece haber resultado muy provechosa, principalmente debido al escaso tiempo que tuvo el elenco para hablar de la película en pantalla. "Nos invitan a TVN a Animal Nocturno. Nos ponen 4 minutos al aire. Nos sacan, y cumplen. En la práctica, fuimos un cacho para TVN", publicó anoche el cineasta en su cuenta de Twitter, sólo instantes después que finalizara el estelar que conduce Felipe Camiroaga.
"No sé si Post Mortem funcionará. Lo que si sé, es que los medios, aunque nos 'pescan', prefieren hablar de otras cosas. Somos la sobra", agregó Larraín, quien consultado por este tema por La Tercera prefirió no dar declaraciones.
Por su parte, el director de Animal Nocturno, Guillermo Muñoz, tiene otra visión de lo ocurrido. "La verdad no sé cuántos minutos fueron, pero me parece que cumplimos con lo que estaba planificado. Aunque siempre el protagonista va a querer mayor participación. son gajes del oficio, esto que alguien no quede muy satisfecho con el espacio asignado", asegura.
Para Muñoz, si es que hubo cierta premura durante la entrevista con los actores se debió a que se trata de un programa en vivo. "Los programas en vivo tienden a alargarse un poco, y no todos se sienten tan beneficiados como quisieran, pero así es la cosa y si hay que apretar las clavijas es porque después vienen otros programas", explica.
Tras un destacado paso por los Festivales de Venecia, San Sebastián y Nueva York -además de los nacionales de Valdivia y Antofagasta-, Post Mortem debuta comercialmente este jueves 25. Ambientada durante los días del Golpe de Estado chileno de 1973, el filme cuenta la historia de amor de un funcionario del Servicio Médico Legal (Castro) y una bailarina del Bim Bam Bum (Zegers).