El drama inauguró este jueves el Festival de Cannes. La película "De rouille et d'os" a cargo de Jacques Audiard, uno de los más importantes directores de cine en Francia, y la actriz Marion Cotillard emocionaron al público con un drama que cuenta la historia de amor entre una adiestradora de orcas, que pierde sus piernas y un rudo boxeador que tiene un hijo de 5 años al que considera un estorbo.
"Cuando leí el guion me sentí conmocionada por la historia", explicó hoy Cotillard en rueda de prensa en Cannes para presentar una película que forma parte de la sección oficial y que ha cambiado el tono del festival tras la comedia con la que ayer Wes Anderson abrió el festival.
El filme nació de breves relatos del escritor canadiense Craig Davidson. Su intención era adaptar una de esas historias, pero como son oscuras y duras acabó inventando los personajes y trasladándolos a Francia, ambientándolos en Cannes, buscando esa luz de la Costa Azul con la ayuda de su coguionista Thomas Bidegain.
El lugar fue elegido por Audiard, quien utiliza una cámara digital para captar la luminosidad y hermosos planos que contrastan con el drama que se desarrolla alrededor de los protagonistas.
El cineasta francés triunfó hace tres años en el Festival de Cannes con "El Profeta" y hoy logró impresionar al jurado del certamen con una nueva propuesta.
"Tras mi película anterior ('Un profeta'), que se desarrollaba en una cárcel, sin luz, en espacios confinados, sin mujeres...teníamos ganas de ver una historia de amor, de espacios, de luz...", explicó el director.