En la contienda presidencial del año pasado fue el jefe de campaña de Andrés Velasco. Hoy está nuevamente junto al ex ministro de Hacienda. Esta vez, integra el directorio de Fuerza Pública, movimiento fundado por Velasco.
Es desde ahí que Juan José Santa Cruz, empresario y ex vicepresidente de la DC -partido al que renunció para apoyar al ex secretario de Estado- analiza críticamente la puesta en marcha del gobierno y en especial, la tramitación de la reforma tributaria.
El gobierno acaba de cumplir dos meses, ¿cómo lo ha visto?
Han sido dos meses marcados por la reforma tributaria y discrepo de la forma y del fondo cómo ha sido abordada.
Partamos por la forma.
Primero, en parte el gobierno, pero principalmente la Nueva Mayoría, ha tenido un vocabulario, una actitud prepotente, pasadora a llevar, descalificadora. No porque tú ganas una elección puedes tener una actitud como esa y menos si eres un gobierno que se dice inclusivo.
Parece que también está entre los nostálgicos de la democracia de los acuerdos.
Es que lo que ha dado resultado en este país ha sido tratar de construir grandes acuerdos. Y ojo, no digo que los acuerdos se construyan con la venia de todo el mundo, pero se trata de construir algo en común, no de imponer las cosas. La historia de Chile demuestra que los períodos más exitosos son esos, no los de enfrentamiento.
¿Pero no será que el gobierno simplemente está ejerciendo la mayoría que ganó en las urnas?
El punto es cómo se lee esa mayoría. Y yo creo que esa mayoría fue por el tremendo liderazgo de la Presidenta, pero traspasar eso a que el programa es una biblia y que la gente concuerda perfectamente con cada una de las partes del programa, como lo creen algunos ministros, lo encuentro presuntuoso. Es más, pensar así sólo me refleja que lo de la retroexcavadora no fue sólo una mala frase y que hay sectores de la Nueva Mayoría y el gobierno que se inspiran en el kirchnerismo y el chavismo cuando, a mi entender, son los regímenes más corruptos y más antidemocráticos de la región. Y claro, ahí hay un vocabulario que responde a un ideologismo.
Ahí hay una crítica al fondo.
Claro, porque cuando estás cosas responden a temas ideológicos pueden perdurar, entonces es responsabilidad del gobierno aclarar si ese va a ser el tono.
¿Cree que el gobierno también está en lógica de la retroexcavadora?
En general, salvo algunos ministros, el gobierno no ha tenido la actitud de los voceros de los partidos. Sí creo que el video por la reforma tributaria fue un error de proporciones.
¿Por qué?
A ver, primero, es un discurso más bien sesentero, de otra época de Chile y, segundo, me produce, a lo menos, sarcasmo que se hable de la lucha entre ricos, poderosos y pobres cuando gran parte de todo este mundo que está trabajando en el gobierno y el Congreso y además asesores, ahí todos ganan sobre $ 6 millones, bueno, están todos en el grupo de los ricos y no en el de los pobres.
¿Y en relación a la reforma tributaria, y considerando las críticas de Andrés Velasco, a ustedes no les gusta mucho el proyecto parece?
Para ser súper directo: esta es una mala reforma tributaria y una mala reforma, porque entre otras cosas, tiene muchos errores técnicos que espero queden en evidencia en el Senado, y, además, tiene problemas constitucionales, con lo cual yo creo que está mal construida, es un trabajo mal hecho. Segundo, cuando se hace una reforma de esta profundidad afecta al país en general. La reforma también tiene serios problemas con la inversión y, por lo tanto, con el empleo.
Esta reforma que usted describe con tantas falencias la elaboró Alberto Arenas, quien trabajó codo a codo con Andrés Velasco en el primer gobierno de Bachelet.
No sé quién hizo la reforma y no quiero caer en juicios personales. Es más, uno tiene buena valoración de las personas, pero no por eso está de acuerdo con todo lo que hacen. Mira, la reforma adolece de un punto: se ha dicho que "esta reforma afecta al gran empresario y no al mediano o el chico". Claro, porque eso vende, pero yo me pregunto ¿a quién le venden las empresas medianas y chicas? A las más grandes pues. Entonces, si en el gobierno creen que la reforma no afecta a la cadena global de la economía es, a lo menos, irresponsable o iluso.
En el gobierno se dice que siempre hay una excusa para no hacer una reforma tributaria, ¿usted está cayendo en eso?
Todos tenemos la certeza de que hay que hacer una reforma tributaria. Incluso este es un país donde el empresariado estaba disponible para una reforma, lo que creo que no se comparte, es la profundidad de la reforma, porque hablemos las cosas por su nombre: se habla de que va a haber un alza del impuesto a las empresas del 20 al 25%, sí, es real, pero sólo para un segmento de la empresa, a otro es del 20 al 35% y esa es la propuesta concreta, hablemos con la verdad. En general el mundo empresarial estaba preparado para un alza al 25%, pero al 35% es otra cosa.
Sus críticas no cuadran, porque ustedes apoyaron que Bachelet volviera al gobierno.
A ver, yo lo distingo, un movimiento no es partidario ni contrario a un gobierno, sino que va por causas. Claro, gran parte de la gente nuestra venía del centro, de la centroizquierda y participó de la primaria y después apoyó a la candidatura de la Nueva Mayoría, pero Fuerza Pública no es un movimiento de oposición ni de gobierno.
¿En serio? Uno pensaba que Fuerza Pública era oficialista.
Andrés Velasco ha sido súper claro en eso. El proviene de una cultura de centroizquierda y Fuerza Pública, siendo un movimiento, lo que quiere hacer es trabajar en la construcción de un centro político fuerte.
Pero hay gente de Fuerza Pública en el gobierno.
Si hay gente de Fuerza Pública en el gobierno es por decisión propia, pero no es que estemos en el gobierno, de hecho, no lo estamos.