Sobre el impacto del caso Luchsinger en la región, Venancio Coñuepan, director ejecutivo de la Fundación Intercultural, sostiene que "es de esperar que esto (el juicio) no tenga alcances políticos". Sobre esto último, dice que los gremios, los partidos políticos y las autoridades, han llevado el conflicto mapuche más allá de lo social y lo jurídico-técnico.
¿Qué significa este juicio para la región?
Normalmente no comento a favor o en contra en los juicios, porque no existe una sentencia, pero es un tema relevante y provocará reacciones a favor o en contra en las próximas semanas. Además, creo que el entorno de este caso es importante, no los involucrados directos, sino que las autoridades y gremios, tienen un prejuicio muy claro. Hay quienes dicen que son inocentes y otros que dicen que son todos terroristas.
¿Cree que podría haber un sesgo político en el desarrollo del juicio?
Hasta ahora yo confío en el criterio de los jueces y en lo que interpretan de la ley. El tema y el problema son las partes, no la fiscalía y las defensas, que me han parecido que hablan de acuerdo a las pruebas que cada uno tiene. No así las asociaciones indígenas o los gremios, que como decía antes están con un prejuicio muy arraigado, y no mirándolo de manera objetiva. El estado de derecho dice que mientras no se pruebe que alguien cometió un delito es inocente. Ellos (los formalizados) son meros imputados, y mientras no se dicte una sentencia no son culpables. Destaco, sin embargo, la postura de Jorge Luchsinger, que ha sido bastante ecuánime, pero los gremios de agricultores hacen gárgaras de una cuestión que es netamente jurídica.
¿Qué se juega el gobierno?
El gobierno cometió muchos errores y ha dado señales que no debió dar. Por ejemplo, lo que pasó con la machi, se desdijo de sus propios dichos en la audiencia. Este caso se ha vuelto un caso político y no jurídico.
¿Por qué?
Porque fue un hecho brutal y no es el primero de su clase. En 1913 ocurrió un caso al revés. Un agricultor quemó a un mapuche. Luego, 100 años después ocurre esto. ¿Y qué pasa? Los políticos se apropiaron del caso, lo que es peligroso, porque si no avanzamos, tendremos un nuevo caso igual y la cuestión seguirá. Está tan politizado que debemos tener cuidado.