"Nuestros encuestadores tuvieron incluso que enfrentar insultos en la calle, bullying, por los problemas del censo", dice Ximena Clark, ingeniera comercial y máster en Economía, que hace tres meses asumió la dirección del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) nombrada por la Presidenta Michelle Bachelet, en calidad de transitoria y provisional.  Eso hasta que sea ratificada por la Alta Dirección Pública (ADP), lo que pude tardar hasta un año.

Los últimos dos años de la institución han sido más que convulsionados, tras la serie de cuestionamientos a la institución por el proceso y los resultados del censo de población 2012 impulsado por la anterior administración. En todo caso, a días de haber anunciado una nueva medición abreviada para abril de 2017 se muestra optimista y dice que de ser necesario postergarán el censo agropecuario programado para ese año con tal de lograr un resultado óptimo.

Durante su campaña presidencial Michelle Bachelet planteó un censo abreviado en 2016, sin embargo, ahora se fija para el 2017 ¿Por qué se provoca ese cambio?

La fecha que se evaluó inicialmente era noviembre de 2016. Hoy se mueve un par de meses a abril de 2017 porque hicimos una serie de evaluaciones. Primero está todo lo que tiene que ver con la planificación del censo que es en extremo importante, con tareas muy detalladas, y eso indica que hay que hacer el precenso en 2016.  Además hay otro elemento no  menor: en 2016 hay elecciones municipales. El trabajo a nivel comunal es esencial para el éxito de un censo y es poco razonable pensar que toda la concentración en las comunas va a estar puesta en el censo. Y un tercer elemento a favor de abril es que se trata de un mes que tradicionalmente tiene buenas tasas y calidad de las respuestas.

En 2017 también hay elecciones presidenciales, y un censo agropecuario programado...

Nunca habrá un año solo para el censo, Pero en este caso, dado que el trabajo comunal es esencial y el trabajo preparatorio requiere tiempo, el 2016 lo necesitamos para hacer el precenso.

¿Es posible que el censo agropecuario se postergue?

Se podría evaluar la postergación y así asegurar que ambos trabajos estén bien hechos.

¿La decisión de hacer un censo de hecho y no de derecho tiene que ver con los plazos o también hay argumentos técnicos a favor?  

Cuando se planifica y se programan bien todas las tareas necesarias, un censo de hecho o uno de derecho pueden ser igualmente buenos. La decisión obedece al hecho de que en Chile hay conocimiento de cómo se hacen los censos de hecho. La gente está acostumbrada a que vayan a la casa y responde el cuestionario. Eso está insertado en nuestra forma de ser, en nuestra cultura. Para migrar a un censo de derecho hay que instalar la nueva metodología en la ciudadanía y eso requiere tiempo.

Cuando el ex director Juan Eduardo Coeymans dejó su cargo tenía un plan que consideraba un conteo de población en 2016 y proponía hacer censos con mayor periodicidad…

Eso es algo que no inventa él, ni yo por cierto. Celade lo viene promoviendo hace varios años. La discusión va más allá y tiene que ver con el hecho de que la base de datos que se levantó el 2012 se cae en elementos fundamentales como la calidad de la información para análisis demográficos.

¿Cuál es la diferencia entre el conteo de población y el censo abreviado, considerando que las dos hacen preguntas demográficas?    

El conteo lo puedes pensar como algo más acotado. El censo abreviado contempla preguntas esenciales, puede ser en torno a las 12 o 14 preguntas, pero indaga en elementos que son esenciales y que tenemos muy poca información como por ejemplo el tema migratorio que es una de las variables que tiene muy mala tasa de respuesta.

Dentro de los cuestionamientos que se hicieron al Censo 2012 se señaló problemas al interior del INE, dificultades a nivel de recursos humanos ¿Lo observó?

Efectivamente, cuando llegué me encontré con una institución muy afectada, con un clima laboral muy quebrado producto de todas las dificultades que se generaron con el censo. Nuestros censistas tuvieron  que enfrentar insultos en la calle, bullying, incluso. También a nivel directivo y en los equipos en Santiago hubo gente que se abanderizó con una posición y con otra, lo que generó un problema no menor. En todo caso, a poco andar en la institución, siento que esto está comenzando a cambiar, la gente empieza a entusiasmarse.

¿Qué opinión se formó con respecto de cómo fue el trabajo de Juan Eduardo Coeymans?

Cuando llegue al INE me preocupe de tener reuniones y discutir con todas y cada una de las áreas. La impresión que me llevo es que las administraciones anteriores descuidaron el trabajo del INE y fueron muy absorbidas por el censo. Probablemente optaron por trabajar con equipos de asesores pequeños, sin aprovechar el conocimiento y eso jugó en contra.

¿Por ahora con qué estimación de población están trabajando?

Oficialmente nuestras estimaciones de población son las que se derivaron del censo de 2002, y que está en torno a los 17,4 millones. Hacia agosto de este año, vamos a dar a conocer una actualización de, y esas van a ser las nuevas cifras oficiales antes del censo abreviado.