María Elena Boisier ha pasado por cinco cargos en la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt). Comenzó siendo analista del Departamento de Estudios en 1993, y luego de un período como subdirectora en el programa Iniciativa Científica Milenio (ICM) -que financia proyectos científicos- volvió en 2006 para dirigir los programas Fondecyt (para investigación en ciencia básica) y Fondap (que financia centros de investigación). En 2009 asumió como presidenta subrogante tras la salida de Vivian Heyl, por los errores en la asignación de Becas Chile. Estuvo ahí hasta 2010, cuando volvió a su cargo original.

Boisier, antropóloga, ingeniera y magíster en Administración de Empresas, ha pasado por todas las crisis de la comisión en los últimos años. La protesta de los científicos por el recorte del financiamiento (2007), la salida de una presidenta (2009) y la renuncia de otro, el premio nacional José Miguel Aguilera, que dejó la comisión en septiembre de 2013, siendo reemplazado por Mateo Budinich, quien en marzo también renunció.

Fue tras esta última crisis que Boisier asumió la presidencia otra vez, ahora como "directora ejecutiva provisoria y transitoria", título literal que el nuevo gobierno le otorgó en marzo. La dirección ejecutiva definitiva será sometida a concurso público (Alta Dirección Pública) una vez que el Ministerio de Educación -de quien depende Conicyt- lo decida.

Con doble cargo, Boisier está enfocada en solucionar problemas heredados y evaluar el funcionamiento interno de la institución más importante para el financiamiento de la ciencia en el país (más del 50% de lo que se invierte en Chile sale de ahí).

"Más allá de que haya presidente o no, Conicyt ha seguido operando con todos sus concursos, con todo lo que hay que hacer; llamados, financiamiento de proyectos y becas y las coordinaciones con las distintas agencias. Yo diría que seguimos operando como siempre lo hemos hecho". Así hace frente a la consulta sobre las consecuencias de no tener un presidente oficial desde hace nueve meses, una señal de la escasa prioridad que tiene la ciencia para las autoridades, según la comunidad científica.

¿Podría haber mejorado el presupuesto de haber habido un presidente oficial?

No creo. Los motivos de la renuncia tendrías que preguntárselos a él (José Miguel Aguilera), pero Conicyt siguió operando con el presupuesto que ya había sido discutido. Todo siguió operando como tenía que seguir hasta el término del gobierno anterior.

Boisier dice que se ha avanzado en soluciones para los problemas con las becas (ver recuadro) y que esperan una resolución de la Dirección de Presupuestos para asegurar que este año no bajen los proyectos Fondecyt (fueron 611 en 2013), pues además aumentó el número de postulantes jóvenes. La respuesta estará este mes, porque en agosto se adjudican los primeros proyectos.

Cambio de institucionalidad

El Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC) asesora a la Presidencia sobre los temas relativos a la ciencia, transferencia tecnológica e innovación. En él participan ministerios y las agencias que financian los proyectos científicos (Conicyt, Corfo, Inapi), para definir los ámbitos de acción de cada una.

¿Hay una idea de lo que se quiere teniendo estas agencias?

Estas agencias se crearon varios años atrás. Conicyt se creó en 1967 y creo que estamos en un momento en que podemos discutir cuál sería la mejor institucionalidad para el país en temas de ciencia, tecnología e innovación. Esa es una función del CNIC, por la amplitud de integrantes que tiene, presidido por Gonzalo Rivas.

A partir de su experiencia ¿qué cree que necesita el país?

No es un tema fácil y hay que analizar bien cuáles son los beneficios de las distintas opciones. Mantener lo que hay y reforzar la institucionalidad, que en el caso de Conicyt pasa por restituir el consejo, en receso desde 1973 (encabezado por el presidente de la comisión y donde participaban ministros y la comunidad científica para asesorar al Presidente de la República). Otra alternativa es crear una Subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, quizás. Habría que analizarlo. Y una tercera opción es crear un ministerio. Cada una tiene sus pros y sus contras.

¿Hay alguna que crea es mejor?

Hay que analizar con el gobierno cual sería la mejor alternativa.

¿Afecta en algo que Conicyt pertenezca al Mineduc? ¿Cree que ha tenido prioridad ahí?

Desde su creación, hace más de 45 años, Conicyt se ha desarrollado como un servicio relacionado, pero descentralizado y autónomo del Ministerio de Educación, cumpliendo cabalmente su misión institucional de apoyo a la ciencia. Ahora bien, considerando los actores existentes actualmente, hemos crecido y madurado como sociedad, por lo que estamos en condiciones de pensar y analizar qué institucionalidad queremos para la ciencia y tecnología en innovación en nuestro país.

El retorno del consejo

Dependiente del Mineduc, Conicyt está a la espera de que la agenda de la cartera se descomprima -por la reforma educacional- para que el gobierno nombre al presidente definitivo de la comisión y al resto de los miembros del consejo que llevará a la institución a recobrar su idea original, como asesor de la Presidencia en política científica.

El jefe de la División de Educación Superior anunció una propuesta para restituir el consejo, ¿ha avanzado?

Hay una propuesta, la Presidenta la conoce, el ministro de Educación también y estamos viendo poder implementarla.

¿Hay algún plazo para tomar esa decisión?

No, no hay un plazo definido. La decisión tiene que ser tomada pronto. Este año, de todas maneras.

¿Cómo debería cambiar Conicyt con la restitución del consejo?

Con la restitución, el presidente (de Conicyt) tiene un consejo que lo orienta en las decisiones que tiene que tomar, entonces ya no es unipersonal. Además, debería estar abocado a pensar la política pública en temas de ciencia y tecnología, que es el ámbito de acción de Conicyt. El consejo prácticamente se puede restituir con la idea original, no todo es factible, porque han pasado 40 años y la estructura de Conicyt no es igual, pero se puede operar perfectamente con lo que tenemos hoy.

¿Quiénes podrían ser consejeros?

El consejo tiene entre sus integrantes al ministro de Educación, lo que era en esa época el Odeplan, hoy Ministerio de Desarrollo Social, tiene cuatro representantes de la Presidenta, tiene por supuesto al presidente de Conicyt, vicepresidente y director ejecutivo.

De acuerdo a Boisier, la opinión de las sociedades científicas y los intereses ciudadanos en general estarían representados en los miembros que deben ser nombrados por la Presidenta.