El debate acerca de la validez del Censo 2012 parece no concluir. Si bien el INE y el gobierno están buscando hoy la alternativa de reparar dicha medición, también está la recomendación de la Comisión Revisora Externa, que considera que el camino es realizar otro censo. En medio de esta discusión, el director del  Celade (Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía), que es la División de Población de la Cepal, Dirk Jaspers, avala el trabajo y las conclusiones de la mencionada comisión, de la que su entidad formó parte a través de la demógrafa Magda Ruiz. El Celade es el organismo que luego de la realización de los censos efectúa el trabajo de conciliación para determinar la población total del país. Jaspers señala que los resultados del Censo 2012 muestran problemas de cobertura y de calidad de los datos. Sin embargo, tampoco cree que eso  signifique botar esta medición "a la basura".  Afirma que "parte de los datos se puede corregir porque es trabajo de oficina", pero tal como está la información hoy "no puede ser usada a nivel de comunas, que es lo más importante para realizar transferencias económicas del Estado a los grupos prioritarios".

¿El Celade avala el trabajo que hizo la Comisión Revisora del Censo 2012 y la labor de Magda Ruiz en ella?

Por supuesto. El director Coeymans nos solicitó formar parte de esta comisión y por parte del Celade participó Magda Ruiz. Si bien no fui parte del equipo, estuve muy cerca y tengo que decir que han hecho un trabajo increíble en tan poco tiempo. Sin embargo, estimo que quizás la comisión no fue suficientemente explícita y la prensa reprodujo las conclusiones en blanco y negro, en el sentido de que vi entrevistas, como la de Jacob Ryten (consultor internacional y asesor del INE desde 2001), en las que se interpretó que la comisión decía que había que botar el censo a la basura. Pero la comisión nunca ha dicho eso.

La comisión recomendó hacer un nuevo censo y pidió que los datos no fueran utilizados, ante lo cual muchos concluyeron que se estaba proponiendo botarlo.

La comisión no dijo eso. Sí dijo que no cumple con los objetivos básicos de un censo, uno de los cuales es que sirva para las transferencias monetarias para las comunas. Para cumplir ese fin, este censo tiene demasiadas limitaciones. La comisión recomendó, primero, realizar un proceso abreviado en 2015 y, en segundo lugar, "limitar en lo posible el uso de los datos recolectados en el Censo 2012". Es decir, si se usan los datos, hacerlo con cuidado.

Además, un censo se emplea como marco muestral para todas las encuestas  que  se  hacen  en  el  país -como la Casen y las encuestas de empleo-, lo que también está muy limitado por la falta de cobertura y de indicadores socioeconómicos, tanto de los hogares como de las personas.

¿En qué se podrían utilizar los datos del Censo 2012?

La comisión dice que deberían revisarse las proyecciones de población, que se hicieron principalmente a partir del Censo 2002. Considerando que hay elementos nuevos, como los nacimientos y defunciones hasta 2012, así como algunos indicadores referentes a la migración internacional, podríamos  actualizar las proyecciones de población y llegar a una mejor estimación de la población del país al año 2012. Y ahí tenemos que ver si el censo nos podría dar alguna nueva luz.

¿Eso quiere decir que a partir del Censo 2012 se podría obtener la población del país?

En el Censo 2012 hay preguntas sobre la mortalidad en la niñez y sobre la fecundidad que, eventualmente, nos podrían dar una luz adicional, pero con limitaciones, porque ya hemos visto que en las preguntas sobre fecundidad y número de hijos nacidos vivos hay datos tabulados que no son consistentes. La primera fe de erratas del Censo 2012 fue sobre los tabulados referentes a la fecundidad. Entonces, tendríamos que profundizar para ver si nos podría dar alguna luz adicional.

El censo también tenía una consulta sobre migración, que junto a los nacimientos y defunciones permitiría actualizar la población.

Pero esta pregunta tiene una omisión de más de un 70% y es la peor en cuanto a respuestas, por lo que no nos va a servir y ahí entramos en otro problema del censo: la calidad de la información. Hay también otras preguntas que han dado lugar a dudas o entregan información no relacionada totalmente con lo buscado. Por ejemplo, en educación se usa generalmente el número de años de estudios, independientemente del nivel. Con la pregunta formulada en el Censo 2012 no se puede reconstruir el indicador de los años de estudio de cada persona, porque se mezclan diferentes sistemas que han cambiado durante el tiempo. También hemos detectado problemas de calidad en la relación entre vivienda, hogar y personas (en una vivienda puede haber varios hogares y cada hogar tiene sus personas), aunque todavía no los hemos dilucidado exactamente.

¿Se puede trabajar o no con la base de datos de la población censada? Coeymans señala que está inalterada.

Si uno quisiera trabajar con la base de datos del censo, probablemente haría falta reconstruir a partir de los formularios escaneados, porque entremedio de los formularios escaneados y la primera base de datos numérica hubo un trabajo de asignación de viviendas, hogares y personas.

¿Pero al menos hay certeza de que los 15,8 millones de personas que contiene esa base son las efectivamente censadas?

Todavía tenemos la duda sobre esa cifra, porque hay una categoría en el censo de viviendas con moradores presentes ya censados, donde lo que hicieron fue volver a viviendas que ya habían sido censadas: hay entre 80 mil y 110 mil viviendas que tienen esta categoría, de las cuales 80 mil vienen con personas, lo que podría implicar que hay duplicación de viviendas censadas y unas 200 mil personas estarían duplicadas. Sigue habiendo muchas dudas.

Dados todos los problemas que tiene esta medición de 2012, ¿Celade va a hacer la conciliación censal?

Es el trabajo que siempre hemos hecho y que hacemos con todos los países. Coeymans ha dicho que tenemos que seguir trabajando en la conciliación del censo; es decir, mejorar las proyecciones y actualizar las estimaciones. Hay que trabajar con lo que existe y después del análisis decir si sirve de algo o no. La ventaja de esto es que son procesos que se pueden repetir. Lo que no se puede hacer es volver a terreno.

¿Solamente cuando se haga la conciliación se podrá decir si el censo sirve?


No podemos decir si sirve o no sirve, o sea si es blanco o negro. Puede haber elementos que sirven y otros que no nos sirven, porque puede que algunas características  a nivel nacional no estén tan afectadas por la falta de cobertura.  Pero sabemos que para todo lo relacionado con el nivel de comunas y al interior de ellas, el censo es defectuoso y de ahí viene la recomendación de la comisión de hacer un ejercicio complementario, por ejemplo, un censo abreviado en el año 2015.

La Comisión Revisora entregó una tasa de omisión de 9,3%. ¿La  omisión definitiva será el resultado del trabajo de la conciliación censal, una vez disponibles los datos definitivos de un censo?

El  porcentaje de omisión de 9,3% al cual hace referencia la Comisión Revisora se calculó comparando la población efectivamente censada (15.758.929 personas) con la población proyectada al 2012 (17.382.005 personas).

Esta estimación preliminar de omisión me parece válida, pues se considera que la población proyectada no debe estar muy alejada de la población real en Chile en 2012. Es mas, la comisión estima que la población proyectada podría estar subestimada, pues la inmigración probablemente haya sido más alta en los últimos años de lo que se consideró en la proyección.

Nueva medición

¿Celade considera recomendable hacer el censo en 2015 como propuso la Comisión Revisora?

No sólo es recomendable, agregaría que es muy recomendable hacer pronto un nuevo censo. No necesariamente en 2015 si resulta que es mejor hacerlo en 2016, pero   también podríamos empezar a pensar en hacer censos cada cinco años, pues si tuviéramos una actividad censal de forma continua habría una mejor infraestructura institucional y no habría que armarla cada 10 años.

Sin embargo, el actual director del INE, Juan Eduardo Coeymans, dijo que es inviable hacer esta nueva medición en 2015, puesto que se necesitan cuatro años para prepararla.

Me llamaron mucho la atención esas declaraciones de Coeymans, pues plantea que se partiría de cero, como si el Censo 2012 no hubiera servido de nada. La cartografía que se usó para el Censo 2012 tenía limitaciones y no pudieron trabajar con cartografía actualizada, pero durante la operación censal se hizo una suerte de actualización. Entiendo que, según la información que recogió la comisión de los funcionarios del INE, hay una cartografía actualizada a 2012 como resultado del censo, lo que facilitaría levantar un nuevo censo en 2015 o 2016 y no tendríamos que partir de cero. Según lo que leí, el director del INE dice que tendría que rehacer la cartografía. Si ese fuese el caso, llama la atención que sea el mismo director del INE el que diga que el censo no dejó ninguna herencia útil.

Pero también se trata de no volver a realizar el gasto de US$ 60 millones que significó el censo...

Los US$ 60 millones son un peanut. ¿Qué monto de recursos está relacionado a la información que tengamos sobre la población? ¿Cuánto suman las transferencias directas a las comunas? ¿Cuánto suman todas las transferencias para proyectos sectoriales dirigidos a grupos prioritarios? Estamos hablando de miles de millones de dólares. El presupuesto fiscal de 2012 fue aproximadamente de US$ 60 mil millones, por lo que tener sólo 1% de  esa cifra como error en la asignación de los recursos equivale  a  US$ 6 mil millones anuales, por 10 años, que es el plazo entre censos. Hablar de que el censo es caro es un cuento.

¿Por qué la Comisión Revisora sugirió un censo de hecho para 2015 y no de derecho?

Creo que responde a que en Chile existe la experiencia de hacer un buen censo de hecho, en un solo día, por lo que la cobertura es menos problemática que en un censo de derecho, que requiere volver a visitar las viviendas e implica un trabajo de supervisión y planificación bastante complicado, lo que en el Censo 2012 fue una de las grandes fallas. Creo que la comisión no tendría ninguna objeción a la idea de hacer un censo de derecho en 2015, solamente con la advertencia de que hay que aprender de lo que se hizo en 2012.

Si bien para ustedes es recomendable hacer un nuevo censo ¿les parece válido que el gobierno esté solicitando una segunda opinión a expertos internacionales?

El INE tiene todo el derecho de solicitar otras opiniones.

Al interior del INE se ha trabajado en un plan para reparar el censo que deberá ser visto por los expertos internacionales. De ser aprobado, prevén que podría haber una solución antes que termine el actual gobierno. ¿Es viable?

Diría que es casi imposible. Pero si están pensando trabajar sobre la base de datos "más limpia" y solamente corregirla por falta de cobertura, quizás serían suficientes cuatro meses. No obstante, eso significaría hacer sólo un ejercicio matemático computacional, cosa que veo muy complicada. Tengo mis dudas sobre cuán válido sería imputar personas a nivel de comuna de esa forma, pues implicaría que las transferencias económicas del Estado a las comunas se haría sobre esa base y veo muy complicado poder justificar eso.

Entonces ¿cuánto podría demorar, a su juicio, el análisis de datos y concluir, por ejemplo, que  se tiene que volver hasta las encuestas escaneadas, o que la información sirve en alguna medida?

Esa es una decisión que el INE tendría que tomar y probablemente sobre la base de la recomendación de los tres expertos internacionales, pero solamente reprocesar podría tomar un año de trabajo.

¿Tras todo este episodio considera que se ha dañado el patrimonio estadístico del país? ¿Qué lecciones debemos sacar?

Creo que este censo dañó al INE, que tendrá que hacer todos los esfuerzos para recuperar la confianza y para eso es esencial, como lo reconoce el mismo Coeymans, ser transparente. Hay espacio para que el INE se recupere y la autonomía que están buscando es esencial. Tener una oficina de estadísticas fuerte es relevante para cualquier país y para eso el INE va a tener que hacer una inversión grande para atraer recursos humanos calificados y de manera estable, porque  los cambios frecuentes de personal hacen daño a cualquier institución.