Desde hace 42 años que se realiza en el país el Te Deum evangélico. Instancia que reúne a decenas de iglesias cristianas de Chile para "orar y dar gracias" por el país y sus autoridades. Sin embargo, el pasado domingo será recordado como una de las jornadas más tensas desde la creación de la instancia en 1975. Esto por las críticas intervenciones de algunos pastores en que expresaron su rechazo la llamada "agenda valórica" del gobierno, que incluye proyectos como la despenalización del aborto en tres causales y matrimonio igualitario, y que tuvo como antesala algunos gritos en contra de la Presidenta Michelle Bachelet, acusándola de "asesina" (ver página 4).
Pero ¿por qué se generó el conflicto? Como todos los años para organizar el Te Deum, se juntaron las tres principales entidades que agrupan a las iglesias protestantes y evangélicas del país: el Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas, el Concejo Nacional de Obispos y Pastores y la Mesa Ampliada de Iglesias Evangélicas. Fue así como pastores bautistas, luteranos, pentecostales, entre muchas otras denominaciones, se reunieron cada miércoles durante las últimas semanas para organizar los detalles del encuentro del domingo pasado, donde parte de los temas que zanjaron fue quiénes harían las intervenciones y qué temas debían abordarse.
Sin embargo, tras la jornada, varios pastores se mostraron molestos y criticaron a los "dueños de casa": la Iglesia Metodista Pentecostal, de modificar el programa acordado. Este organismo es conocido como una de las facciones más numerosos y conservadoras de las iglesias evangélicas y su principal sede es la Catedral Evangélica de Santiago, ubicada en Jotabeche con Alameda, en Estación Central. Esta doctrina es liderada por el obispo Eduardo Durán Castro, padre del candidato a diputado de Renovación Nacional por el distrito 13, Eduardo Durán Salinas, quien protagonizó uno de los discursos más polémicos de la jornada.
Pastores de la Mesa Ampliada acusaron que hubo una modificación de lo que se había acordado entre las iglesias. "Hace dos semanas se confeccionó un programa que acordamos, y sorpresivamente, nos dimos cuenta ese mismo día en el altar, que había cambios no acordados por todos", explicó el pastor Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada y quien actúa como principal interlocutor de las iglesias evangélicas con el gobierno.
El pastor explicó que tradicionalmente en esa instancia religiosa se realizan lecturas bíblicas y oraciones por el país. "Ese es el objetivo principal, pero cuando hay manifestaciones fuera de lugar se ensucia una ceremonia tan importante para los evangélicos, que ha costado años construir", señaló Soto.
"Nos impusieron, por ejemplo, la participación del candidato Eduardo Durán y la oración del obispo de Valparaíso", explicó el pastor José Sánchez, del Ministerio Apostólico Manantial de Gracias y miembro de la Mesa Ampliada.
Luego del discurso de Durán y de que terminara el Te Deum, miembros de este organismo se acercaron a manifestarle su molestia a Durán y este lunes le escribieron para quejarse por su actuar.
Sin embargo, desde el Concilio de Iglesias Evangélicas, agrupación que es liderada por el obispo Rodrigo Durán Castro, padre del candidato RN, negaron que las intervenciones hubiesen sido ofensivas. Cristián Nieto, director nacional de comunicación del concilio, señaló que durante la preparación del evento "cada denominación presentó a los pastores que iban a intervenir y se acordaron los temas. Normalmente son pasajes bíblicos. Ahora bien, siempre se hace fe de las personas que van a participar, por lo que no se pide que se lea con anterioridad lo que se va a decir". Asimismo, Nieto explicó que lo que se dijo en el Te Deum "no es distinto de lo que el mundo cristiano piensa. Yo estuve ahí y todas las alusiones a las llamadas leyes valóricas fueron con respeto".
Respecto a los gritos que recibió la Presidenta afuera del lugar, que incluso incluyeron la palabra "asesina", en alusión al impulso que le dio al proyecto de aborto en tres causales, explicó que estos fueron "ofensivos, agraviantes y no tienen nada que ver con las iglesias evangélicas de Chile. ¿Quiénes son las personas que gritan? ¿A qué grupo pertenecen? Es el mismo pastor Soto que nosotros no dejamos entrar a nuestras iglesias", señaló Nieto. "Que nos culpen por algo que no tenemos que ver es algo muy injusto, es como relacionar a todos los musulmanes del mundo con Osama Bin Laden".
El actual obispo auxiliar de la diócesis Anglicana, Alfred Cooper, lamentó "cualquier dolor a la Presidenta". Sin embargo, aseguró que "los ciudadanos tienen derecho de hablar y hoy el pueblo evangélico habló después de mucho tiempo de frustración por cosas que ha hecho este gobierno".
El mundo evangélico
A diferencias de la Iglesia Católica, las evangélicas no tienen una única estructura, sino que están compuestas por más de 50 denominaciones que a su vez se agrupan en distintas entidades. También al contrario de la católica, las religiones evangélicas en el país están aumentando cada día sus seguidores. Según el cuestionado último censo de 2012, el 16,4% de los chilenos mayores de 15 años dicen pertenecer a las iglesias protestantes, es decir más de tres millones de personas, cifra que aumentó un 1,5% desde 2002.
Además, según datos del Ministerio de Justicia, entre 2014 y 2016 se constituyeron como personas jurídicas un total de 826 iglesias. Una cifra significativa, que permite decir que durante este período se creó una nueva comunidad religiosa cada 31 horas, si bien no es posible determinar el credo de cada una de ellas, 237 aluden a la religión evangélica en sus nombres.
Este sector de la población ha tomado notoriedad en los últimos años, tanto por su peso electoral como por su fuerte oposición a algunos proyectos impulsados por el gobierno, que los ha llevado a tener una fuerte presencia en el Congreso, asesorando a diversos parlamentarios e, incluso, levantando cerca de 15 candidatos provenientes de este sector para las próximas elecciones parlamentarias.