El diseñador Giorgio Armani, quien cumplió 75 años en julio, puede ser el orgullo de la moda italiana y el padrino de la industria, pero no es inmortal.
Después de sufrir hepatitis, Armani dice estar de vuelta en acción. El diseñador luce más delgado y más frágil que antes pese a su bronceado permanente, lo que plantea el interrogante cada vez más urgente de quién será su sucesor.
Armani no divulgará el nombre de quien podría hacerse cargo de las riendas de su imperio, que cada año genera 2.400 millones de dólares en ventas, y solamente ha dicho que está preparando a unos pocos elegidos. Fuentes internas predicen que él mantendrá a todo el mundo en la duda hasta último momento.
Pero si el misterio en torno a su sucesión es comprensible por motivos comerciales, también es un poderoso recordatorio de cuan difícil es reemplazar al fundador y alma creadora de una casa de modas, particularmente mientras está con vida.
"La sucesión es algo cargado de emoción, especialmente cuando hablamos de gente como Armani, quien dirige su propio negocio", dijo el mes pasado el director creativo de Burberry Christopher Bailey.
HISTORIA
La historia de la moda está repleta de ejemplos de experiencias traumáticas y diseñadores que tuvieron que dejar su trabajo después de breves intentos de ocupar el puesto del fundador.
Tom Ford admitió abiertamente que Yves Saint Laurent lo hizo sentir miserable cuando asumió como diseñador en jefe de la casa de moda francesa en 1999. El fundador del imperio no apoyaba el trabajo de Ford y se quejó de que no respetaba la tradición de la marca.
Hoy, el sitio Web de la casa Yves Saint Laurent ni siquiera menciona a Ford en su sección de historia corporativa aunque haya trabajado allí durante cuatro años.
El tiempo también desempeña un papel crucial cuando se planea una transición. Expertos en moda dicen que Valentino Garavani dejó su compañía demasiado pronto después de que la firma de capital privado Permira la comprara en 2007.
Valentino se mostró crítico de su reemplazante, Alessandra Facchinetti, quien duró menos de un año y se fue "resentida".
DAR EN LA TECLA
Emanuel Ungaro pasó por varios estilistas desde que el diseñador se retiró en 2004. Los críticos dicen que todavía debe dar con el adecuado, aunque la compañía sostiene estar en la dirección correcta.
Lars Nilsson, quien reemplazó a Gianfranco Ferre el ex diseñador de Dior después de su muerte en 2007, duró cinco meses en la compañía y fue despedido solo días antes de unos de sus desfiles.
"Pocas personas son capaces de dejar sus puestos (...) A veces se trata simplemente de vanidad", dijo JeanJacques Picart, asesor de modas de Bernard Arnault, director del mayor grupo de lujo del mundo LVMH, refiriéndose a diseñadores que han fundado de compañias.
La transferencia de la antorcha artística es uno de los temas más discutidos en el mundo de la moda, porque puede ser decisivo para la supervivencia de la marca. Pese a eso, ninguna casa de moda está dispuesta a hablar del tema de forma oficial.
El reloj también corre para otras compañías de moda dirigidas por diseñadores de más de 70 años, como Ralph Lauren y Oscar de la Renta en Estados Unidos y Karl Lagerfeld y Chanel en Francia.
Donatella Versace y Miuccia Prada en algún momento también tendrán que enfrentar la situación.
SIN CAMBIOS
Oscar de la Renta, cuyo fundador tiene 77 años, no respondió a pedidos vía correo electrónico para que hiciera comentarios y el equipo detrás de Ralph Lauren, de 70 años, tampoco contestó llamados telefónicos o correos electrónicos acerca de su sucesión.
Del mismo modo, Chanel se negó a tocar el tema. "Karl Lagerfeld es el director creativo de Chanel y goza de un contrato de largo plazo que está absolutamente fuera de duda", dijo la casa de moda en un comunicado vía correo electrónico. "Su sucesión no está en las prioridades".
"Karl no está listo para pasar la antorcha", dijo Picart. Sin embargo, otras personas cercanas a la casa dicen que es inconcebible que Chanel no esté pensando en su sucesión.
La mayoría de las casas de moda cuentan con varios candidatos para el día en que su máximo diseñador se vaya, pero mantienen el nombre en secreto para evitar que los potenciales nuevos reclutas sean robados.
Puede que Armani no haya dicho quién lo reemplazará, pero él delegó más responsabilidad a personas por fuera de su familia.
El expandió la junta con un nuevo vicepresidente y designó un director financiero y un gerente general.
"Por supuesto que no soy eterno, va a llegar un momento en el que tenga que ceder mi lugar", dijo Armani a periodistas meses atrás en Moscú, donde montó dos desfiles de moda.
Los veteranos de la moda dicen que los fundadores a menudo tienen problemas para encontrar a una persona lo suficientemente buena como para reemplazarlos.
"El (Armani) no es el diseñador clásico que quiere permanecer en la parte creativa y delegar el resto a los gerentes", dijo Roberto Jorio Fili, un ex ejecutivo de las casas de moda Roberto Cavalli, Valentino y Gianfranco Ferre.
"Armani es el negocio. No hay ninguna persona que pueda reemplazarlo por su cuenta, tendrán que ser varias personas y creo que eso es lo que él probablemente está pensando," agregó.