Los cinco diseñadores de moda peruanos que deslumbraron en el Pret a Porter de París, en enero pasado, cerraron hoy la pasarela de la feria Perú Moda 2010 con la fibra de alpaca como invitado principal.
La pasarela levantada en la fortaleza del Real Felipe, ubicada en el puerto del Callao, en el centrooeste de Perú, se llenó esta noche de música andina en versión electrónica para decirle adiós a los tres días de feria, que anualmente organiza la oficina de promoción turística Promperú para atraer a grandes compañías importadoras.
NOE BERNACELLI
Noé Bernacelli abrió el desfile con una elegante colección de sastres para mujer, en lanilla de alpaca y pedrería. Su paleta de colores iba del hueso al granate, el negro y el gris.
Explotó al máximo la figura ceñida a la cintura, las hombreras y las faldas a la rodilla en corte tulipán.
Sus vestidos tejidos en lana de baby alpaca dejaban un hombro al aire y otro enfundado en una manga larga, con una especie de banda cruzada de un hombro hacia el codo.
La musa de Noé trae a la mente a la "femme fatale" de los años cincuenta, con abrigos color carmín, ceñidos a la cintura y pliegues que dejan una pierna descubierta.
HARUMI MOMOTA
La siguiente en recorrer la pasarela fue Harumi Momota que planteó darle un aire romántico a los vestidos y boleros tejidos en alpaca y acrílico.
Su primer vestido era un strapless formado por círculos tejidos de colores concéntricos, donde predominaban el rosa fuerte, celeste, blanco y amarillo, montados sobre un fondo de brillos fucsia.
Otro de sus diseños era un vestido tejido en color azul acero ceñido al cuerpo que llevaba encima una cinta negra bordada con flores del mismo azul, que envolvía toda la figura.
Momota ha buscado darle movimiento y ligereza a la fibra de alpaca y así propone vestidos con aplicaciones de tiras tejidas que semejan blondas o lianas.
OTRAS PROPUESTAS
A su turno, Jenny Duarte le dio un aire sofisticado y moderno a sus boleros tejidos en mangas tres cuartos, a sus cárdigans grises que terminan en puntas y los abrigos con cuellos abultados en azulino.
El hueso fue uno de los colores estrella en el desfile pues se vio en faldas abultadas en las caderas, en abrigos con talle a la cintura y pliegues, y en vestidos ceñidos al cuerpo.
Sonia Lozada le dio un aire de modernidad a la alpaca, tiñéndola como manchas en un lienzo, en colores rosa pálido, crema, gris y suaves tonalidades de marrón.
Los cuellos de los cárdigans están adornados de pequeñas plumas grises, negras o marrones, o también tienen una boca ancha tejida que se convierte en capucha.
VIRGEN DE LA CANDELARIA
Finalmente, Beatriz Leigh se inspiró en la fiesta de la Virgen de la Candelaria, propia del altiplano de Perú y Bolivia, para evocar los vestidos de las bailarinas en elegantes sastres y abrigos.
Los modelos de Leigh, que ha vendido su colección a Rusia, tienen hombros altos y englobados, tanto en sacos cortos tipo bolero, como en largos abrigos de alpaca.
Sus abrigos van del rojo granate, al mostaza, hueso, marrón y negro en tupida lana de alpaca, además llevan cinturones de finas cuentas multicolores.
Una de sus piezas más novedosas fue una manta tejida para cubrir los hombros que semeja una tela corrugada en color negro, y que resultó impactante sobre un vestido granate.
Con este desfile, de los cinco consagrados en París, se cerró la cita de la moda peruana que este año llegó a su décimo tercera edición.