El disidente chino Chen Guangcheng quiere abandonar su país junto a su familia en el avión de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, que participa actualmente en el Foro China-EEUU, en Beijing.
"Mi ferviente esperanza es que mi familia y yo viajemos a Estados Unidos en el avión de Hillary Clinton", aseguró Chen en declaraciones al sitio web de noticias estadounidense "The Daily Beast".
Chen permanece desde ayer en un hospital de Beiging, tras pasar seis días en la Embajada de EEUU en la capital china y después de escapar el 22 de abril del arresto domiciliario que sufría en Shandong (este de China) desde hacía más de año y medio junto a su mujer y sus hijos.
El disidente aseguró que fueron las fuertes presiones de funcionarios estadounidenses las que lo llevaron a abandonar la legación EEUU tras permanecer seis de días refugiado en ella y agregó que había sido "abandonado" por el personal norteamericano que le había acompañado al hospital.
"Muchos estadounidenses estaban conmigo cuando entré en el hospital y los doctores me examinaron", "pero cuando me llevaron a la habitación, todos se habían ido", dijo al mismo medio.
Chen abandonó la Embajada tras un acuerdo entre las autoridades locale4s y Washington según el cual el gobierno chino daba garantías de que podría reunirse con su familia, comenzar con normalidad una nueva vida fuera de Shandong y cursar estudios universitarios.
EEUU se comprometía a seguir pendiente del defensor de los derechos humanos y a visitarlo periódicamente para asegurarse de su bienestar, según indicó el gobierno estadounidense.
Según Washington, Chen abandonó el recinto diplomático por voluntad propia y en ningún momento pidió asilo político o manifestó ningún deseo de abandonar su país.
Pero el disidente ha declarado que funcionarios estadounidenses le advirtieron de que, de no aceptar la salida, las autoridades chinas habían declarado que su familia, que había sido trasladada a Beijing, tendría que regresar a Shandong.
Chen, abogado autodidacta que perdió la vista a los cinco años, fue detenido en 2005 y condenado en 2006 a cuatro años y tres meses de prisión tras denunciar abortos y esterilizaciones forzosas a 7.000 mujeres de su provincia, una sentencia criticada por organizaciones de derechos humanos, que la consideraron una venganza de las autoridades por su activismo.
El abogado, que salió en libertad en 2010 pero desde entonces ha sufrido junto a su familia un severo arresto domiciliario en Shandong, denunció que durante ese arresto tanto él como su familia habían sido víctimas de maltratos y palizas.