"El gobierno de Raul Castro está dándome la oportunidad histórica de morir como un patriota y  demostrar al mundo que no somos mercenarios", afirmó hoy el periodista disidente cubano Guillermo Fariñas, que desde el 24  de febrero está haciendo una huelga de hambre y de sed para pedir la liberación de 26 presos políticos enfermos.

"Los médicos están haciendo todo lo posible para que yo no me muera, pero la última palabra la tiene el gobierno y la  liberación de los 26 detenidos", dijo Fariñas desde la habitación número 8 de la sala de terapia intensiva del hospital provincial Arnaldo Milian Castro, en la ciudad de Santa Clara, donde está internado desde hace unos días.

Al señalar que cuando inició la huelga de hambre "tenía un  peso de 81 kilogramos y ahora de 67,5", Fariñas precisó haber "dado orden a mis familiares de no ser intubado en el caso de pérdida del conocimiento".

"Ayer he iniciado a recibir alimentación parenteral bajo el control de los médicos", concluyó Fariñas, quien definió su estado de salud "grave y estable", y señaló que transcurre su tiempo en el hospital "leyendo el Granma y mirando la  televisión".