La Ciudad Vieja de Jerusalén se convirtió este viernes en escenario de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes y palestinos que protestan por la instalación de detectores de metales en los accesos a la Explanada de las Mezquitas, luego del asesinato de dos policías israelíes el 14 de julio. La escalada dejó a tres palestinos muertos y, según la Media Luna Roja palestina, 391 personas resultaron heridas en Jerusalén y Cisjordania mientras que la policía israelí anunció un total de 29 arrestos en las dos zonas.
La violencia que se ha desatado en los últimos días hace temer el estallido de una nueva intifada(levantamiento). De hecho para el parlamentario árabe israelí Taleb Abu Arar esta ya comenzó. "Las brutales acciones del gobierno en la mezquita de Al Aqsa, al cambiar el status quo y colocar detectores de metales, necesariamente llevará a una tercera intifada", señaló. La primera intifada estalló en 1987 y la segunda, en 2000.
El Ministerio palestino de Salud, informó que una persona murió en un incidente que se produjo en Abu Dis, en Cisjordania. Poco antes se había anunciado la muerte de otras dos personas en circunstancias similares, una en el barrio de Ras al Amud (cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén) y otra en la zona de A-Tur (Jerusalén Oriental).
Además, tres israelíes murieron y un cuarto resultó herido grave en el ataque protagonizado por un palestino con puñal en un asentamiento en Cisjordania. "Hace poco, un asaltante se infiltró en una vivienda al noroeste de Ramala, y apuñaló a cuatro civiles israelíes", indicó un comunicado del Ejército, que añadió que "se disparó contra el asaltante", sin confirmar si este murió.
La tensión se acrecentó cuando miles de musulmanes se acercaron a las inmediaciones de la Explanada de las Mezquitas (cuya gestión está oficialmente en manos de Jordania e Israel controla su acceso) y se negaron a atravesar los detectores de metales instalados por Israel el domingo. Se agruparon en señal de protesta en las calles adyacentes, tanto dentro como fuera de la ciudadela, donde procedieron a rezar. La policía israelí había prohibido a los hombres menores de 50 años acceder a la Ciudad Vieja de Jerusalén y a la Explanada de las Mezquitas, lo que impedía que participaran de la oración musulmana del viernes.
La agencia Efe, reportó que se produjeron forcejeos con las fuerzas de seguridad israelíes, que permitían acercarse a la Explanada solo a las mujeres y negaban la entrada a los hombres jóvenes. Las calles se llenaron de alfombras de oración y fieles, mayoritariamente hombres, que rezaban y se arrodillaban ante decenas de policías que les cortaban el paso en los puntos de fricción, especialmente en las puertas de Damasco y de los Leones de la Ciudad Vieja.
Una vez que terminaron de rezar comenzaron los enfrentamientos con la policía, que tiró gases lacrimógenos. Previendo los disturbios, se habían desplegado más de 3.000 mil policías y cinco batallones extra del Ejército fueron movilizados en Jerusalén. Igualmente, estallaron incidentes en diversos barrios de Jerusalén Este y Cisjordania, donde cientos de palestinos lanzaron piedras y cócteles molotov contra las fuerzas de seguridad israelíes.
El Presidente palestino, Mahmoud Abbas dijo que había congelado todos los contactos con Israel. Mientras que el sitio web israelí, Ynet señaló que Abbas solicitó este viernes al consejero para Medio Oriente de Estados Unidos, Jared Kushner, que pida a Israel que retire los detectores de metal.
Por otro lado, la prensa israelí afirmó que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu barajaba la posibilidad de retirar los detectores para evitar incidentes. Sin embargo, tras consultar con las fuerzas de seguridad y con el gabinete de seguridad, Netanyahu decidió mantener los dispositivos.