El centro de Atenas fue hoy escenario de disturbios, al término de una manifestación en la que decenas de miles de griegos conmemoraban el cuadragésimo primer aniversario de la revuelta estudiantil que supuso el final de la dictadura.
La marcha se dirigía pacíficamente hacia la embajada de Estados Unidos, donde finalizaba, cuando algunos manifestantes levantaron barricadas con papeleras y contenedores a los que prendieron fuego y lanzaron cócteles molotov y piedras a los agentes antidisturbios, que respondieron con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
Según los servicios de emergencias, nueve personas resultaron heridas leves en las cargas policiales, pero ninguna de ellas tuvo que ser hospitalizada.
De acuerdo con la Policía griega, en la manifestación participaron cerca de 20.000 personas, aunque las estimaciones de la prensa local elevan la cifra hasta los 30.000 participantes.
"Las juntas no caen con elecciones, sino en las calles", "Pan, trabajo, educación y libertad" y "El pueblo y la juventud en primera fila" fueron algunos de los lemas que se podían leer en las pancartas.
A diferencia de convocatorias anteriores, este año la palabra "trabajo" fue de las más repetidas, así como las consignas contra el fascismo, el sistema capitalista y el Ejecutivo griego ("En contra de un Gobierno de la UE y del FMI" y "Abajo el Gobierno y Amanecer Dorado").
En la marcha participaron partidos políticos como el izquierdista Syriza, el Comunista (KKE) y fuerzas de izquierda extraparlamentaria como el Frente de Izquierda Anticapitalista (Antarsya), sindicatos de profesores de secundaria, guardias escolares, farmacéuticos, funcionarios y asociaciones de estudiantes.
En la madrugada del 17 de noviembre de 1973, un tanque del Ejército griego arrolló la puerta principal de la Universidad Politécnica de Atenas, ocupada por miles de estudiantes que pedían el final de la Dictadura de los Coroneles y que consiguieron que su lucha marcase el principio del fin de siete años de opresión.
Aunque el recuento oficial fue de 23 muertos, se desconoce que ocurrió con otras 32 personas cuyos nombres figuraban en la lista inicial de fallecidos tras la actuación de los militares y de los disparos de francotiradores de la Policía.
"Estoy aquí para conmemorar la revuelta contra la dictadura, pero también para protestar contra el Gobierno actual", dijo a Efe Manolis, de 59 años, que en 1973, cuando los universitarios plantaron cara a los tanques, vivía en Livadia (Grecia central) y se enteró de lo ocurrido por su hermano que era estudiante.
Marios, estudiante de 19 años, se unió a la marcha para protestar contra la violencia policial, la falta de fondos destinados a la educación y "porque merece la pena manifestarse para recordar al poder que seguimos estando activos".
Otro de los muchos jóvenes que salieron a la calle para celebrar este aniversario fue Ksanzí, de 22 años, quien expresó a Efe su indignación por el difícil escenario económico y para reivindicar que no se protesta lo suficiente y que "raramente hay manifestaciones".