La crisis de Venezuela da cuenta de la debilidad de las instituciones internacionales y las declaraciones de los dirigentes evidencian la división ideológica que impera en las relaciones interestatales. La evidencia de lo que sucede en Venezuela es de tal magnitud que se ha pensado incluso denominarla  desastre humanitario. Sin embargo, el clientelismo desarrollado por Chávez en la buena época del petróleo, despertó lealtades que hoy impiden el ejercicio de las escasas herramientas que posee Latinoamérica para intervenir. Mientras, la represión a la oposición alcanza más de 100 muertos, en tanto la inflación desatada y el desabastecimiento han hecho perder peso a la población.

La ruptura del estado de derecho para aferrarse al poder a partir de fuerzas armadas politizadas es la continuación de un esquema que se impuso en América Latina con el nombre de socialismo del siglo XXI, y que partía con la renovación de las constituciones para implantar modelos totalitarios. Los ejemplos son coincidentes con el tono de las declaraciones de dirigentes comprometidos con los favores de Chávez.

El golpe de Maduro y el término del estado de derecho en Venezuela son el mejor ejemplo de la incapacidad de las instituciones que nos hemos dado y el reflejo de la división ideológica que impera en América Latina, y que de una u otra forma contribuye al conflicto, al atraso y a la desigualdad de los pueblos.

Jorge Sanz Jofré

Académico Facultad de Gobierno Universidad del Desarrollo