"Ella está llena de vida. Es muy luchadora", dice Oriana Pinto, madre de Javiera, la pequeña chilota de dos meses que, tras ser trasplantada de hígado, se convirtió en la receptora de órganos más joven del país.

Han transcurrido dos semanas desde la cirugía que desafió un oscuro pronóstico: un 50% de posibilidad de sobrevida, con la dificultad adicional de emprender una cirugía inédita, que requirió reducir un órgano adulto para acomodarlo en la niña.

Hoy la pequeña se recupera satisfactoriamente, incluso, superando las expectativas del equipo médico. "Nos ha sorprendido la fuerza y la entereza de Javiera. Su evolución es mucho mejor de la que esperábamos", admite Erwin Buckel, jefe de la unidad de trasplante de la Clínica Las Condes, quien prevé que, de mantenerse este progreso, podría ser dada de alta en dos semanas. "Es una pequeña con un corazón muy grande. Estamos muy optimistas", añade.

ETAPAS DE RECUPERACION

La niña se mantiene internada en la UTI de la Clínica las Condes y recibe alimentación sin apoyo endovenoso, lo que revela una buena capacidad funcional de su aparato digestivo. Hasta ayer se mantenía con ventilación mecánica, pero con bajo aporte, por lo que se prevé que en las próximas horas pueda respirar en forma independiente.

La niña sigue en estrecha observación y recibe medicamentos para que su órgano admita el injerto. "Su hígado está funcionando muy bien, sin ninguna evidencia de rechazo ni infección", dice Buckel.

Sobre las expectativas para el futuro de la niña, el especialista proyecta que será el de una persona común y corriente. "El hígado debiera crecer con ella. Deberá tomar algunos remedios en la mañana y en la tarde, pero debiera hacer la vida normal de un niño, ir al colegio, desarrollarse, tener vida normal", agrega.

La menor es constantemente visitada por enfermeras, médicos y auxiliares del recinto quienes, incluso, organizaron su bautizo luego que Javiera fuera declarada prioridad nacional y mientras se esperaba la aparición de un donante.

La madre de la menor relata que ya pueden notar la recuperación. "La veo bien. Súper despierta. Le conversamos, ella nos escucha, nos mira y se mueve", cuenta su madre, quien agradeció a la familia que posibilitó la donación del órgano. "Quiero conocerlos, necesito un abrazo de ellos. Quiero darles las gracias, agregó.

INEDITA CIRUGIA

La cirugía a la que fue sometida la niña consistió en seccionar un hígado de 1,2 kilos en ocho partes e injertarle uno de ellos, de apenas 90 gramos. "Es la niña más pequeña trasplantada en Chile y hay muy pocos niños trasplantados tan jóvenes y de tan poco peso en Latinoamérica", agrega Buckel.

Por su parte, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, calificó la intervención como "un caso histórico en la medicina del país" y llamó a elevar las donaciones de órganos.