Documental recrea la historia de Teleanálisis
País Invisible se titula el filme de Anthony Rauld, quién se dedicó tres años a investigar y entrevistar a los periodistas y camarógrafos de este noticiero alternativo, un registro de la realidad nacional oculta en los medios oficiales durante los años 80.

Con la conmemoración de los 40 años del Golpe de Estado, salieron a la luz muchos registros y documentos poco conocidos del periodo del régimen militar. El programa Chile, las imágenes prohibidas recuperó parte del testimonio visual de las movilizaciones y protestas contra la dictadura. Muchas de esas imágenes pertenecían a Teleanálisis, un proyecto audiovisual de los años 80, ideado por los periodistas de la revista Análisis -medio emblemático de oposición- quienes salieron a las calles con una cámara de video, cuando el papel ya no fue suficiente para reflejar lo que estaba sucediendo en el país. Estos videos en formato VHS circularon por años de manera informal, de mano en mano, convirtiéndose en el noticiero alternativo que mostraba lo que la televisión oficial omitía.
La historia de Teleanálisis, su concepción y sus derroteros, así como la actualidad que cobran hoy sus contenidos, es narrada por sus propios protagonistas en la película País Invisible, de Athony Rauld. Dos generaciones de periodistas y audiovisualistas nos acercan a este proyecto que tomó forma en 48 capítulos y cuyos temas principales era la lucha social a través de las protestas callejeras y el rol de la Iglesia Católica en la defensa de los Derechos Humanos. En una segunda etapa, también abordó la juventud, la contracultura y la pobreza en esos años.
El mito de la transición
Anthony Rauld es chileno nacido en Inglaterra, durante el exilio de sus padres. Se formó como antropólogo en Berkeley, Estados Unidos, y cursó luego estudios de cine y video. Su interés por Teleanálisis es reflejo de cómo Chile se le fue metiendo en el corazón desde adolescente, cuando visitaba el país por vacaciones o trámites. Como estudiante de la Escuela de Cine de Chile, supo de Teleanálisis, y comenzó a investigar, al principio para un trabajo académico y, con el tiempo, pensando en un documental de mayor envergadura. Estuvo tres años revisando material y entrevistando a los actores principales del noticiero, entre ellos Juan Pablo Cárdenas, quien dirigía la revista Análisis, Fernando Paulsen, el recién fallecido Dragomir Yankovic y Augusto Góngora, quien contaba con conocimientos audiovisuales y lideró a una segunda camada de audiovisualistas, como Cristián Galaz, Yerko Yankovic, Claudio Marchant y Rodrigo Moreno, los que también entregan su testimonio en el filme.
El ejemplo de valor y compromiso de estos jóvenes, que arriesgaron sus vidas tras una cámara de video, es algo que queda en evidencia en poco más de hora y media del documental. Para su realizador, sin embargo, hay muchos otros aspectos rescatables y que ameritan la discusión en términos muy actuales: “Cuando empecé con la investigación, la gente en Chile no había visto estas imágenes y la figura de Pinochet era muy potente, producía una reacción emocional. Eso ya no es tan así, en parte por la evolución acelerada de Internet y las redes sociales. Lo consideré un documental necesario y para mí fue toda una aventura. El proceso de investigación y entrevistas fue tan enriquecedor, que por un tiempo me costó asumir las etapas posteriores. Tenía mucho material e hice distintas versiones que mostré en universidades e instituciones de Derechos Humanos en Estados Unidos, como un documento más general sobre Chile, partiendo por el Golpe Militar. Al emprender ya la película, pensé que la historia de Teleanálisis reflejaba necesariamente la historia de una época y por eso lo dividí en períodos y años, como el comienzo de las protestas masivas, el caso de los degollados, la etapa de los acuerdos, etc”.
De esta manera, Anthony Rauld se formó una opinión crítica del proceso chileno, y su película es fuente de reflexiones sobre lo que vivimos y estamos viviendo como país: “Me doy cuenta que hay un mito de la Transición, ésta se presenta como una continuación de las luchas del movimiento social, y el proceso de salida a la democracia (desde 1986 en adelante) es presentado como lo que era necesario, lo mejor para Chile. Todos pensaron que se dijo NO a la dictadura, pero fue más bien un no a Pinochet como presidente de esta nueva etapa, donde se han cosechado muchas semillas del mismo régimen militar”.
La película se adentra en otros aspectos, como el cambio generacional en el equipo de Teleanálisis, desde una primera misión de puro registro de la realidad a pretensiones más estilísticas. Parte de la segunda generación formó después la productora Nueva Imagen, mientras los precursores desarrollaron trayectorias en el periodismo o se dedicaron a otras áreas audiovisuales. País Invisible inicia el 6 de junio sus exhibiciones en Santiago, en Atico Bar (Av. Irarrázaval 1060, Ñuñoa) y un recorrido por salas y festivales en regiones. El martes 30 de junio, miércoles 1 y viernes 3 de julio se exhibirá en la sala Radicales. Próximas fechas en www.facebook.com/paisinvisible
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