El precio del dólar cerró a la baja este martes por una toma de ganancias mediante la venta de divisas y una recuperación en el precio del cobre, la principal exportación del país, mientras los mercados esperaban el resultado de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos.

La moneda estadounidense terminó las operaciones a $671,00 comprador y $671,80 vendedor comparado con $676,50 comprador y $676,80 vendedor del cierre anterior.

Operadores dijeron que el viernes el mercado tomó posición en dólares como medida de resguardo frente a un fin de semana más largo de lo normal y que en esta jornada salió a liquidarlos para hacer toma de ganancias.

Las autoridades de la Reserva Federal de Estados Unidos se aprestan esta semana a recortar nuevamente sus proyecciones sobre cuánto deberían incrementarse las tasas de interés en una economía donde la actividad, la producción y la inflación avanzan a un ritmo menor que el de décadas pasadas.

Se trataría de la cuarta vez en 15 meses en que el banco central estadounidense se ve forzado a admitir que sus proyecciones sobre la llamada "tasa neutral" fueron demasiado optimistas, lo que generaría dudas sobre la salud de la economía en los próximos años.

Aún así, la Fed insiste en que las tasas de interés bajas y su enorme hoja de balance en bonos son suficientes para continuar apoyando el crecimiento.

Conversaciones con funcionarios de la Fed sugieren que algunos reducirán sus previsiones sobre el tipo de interés a largo plazo en la reunión de política monetaria de esta semana, y la mediana de las estimaciones indica que el cálculo bajará a 2,75 por ciento.

La proyección sobre el nivel idóneo en el que podría situarse la tasa de fondos federales se ubicaba en 3,75% en junio de 2015 y en 4,25% hace cuatro años.

Se prevé que la Fed dejará sin cambios su tasa de interés referencial luego de su reunión de dos días que finaliza el miércoles, de acuerdo a un sondeo de Reuters a economistas. El tipo clave del banco central se ha ubicado cerca de 0,38 por ciento desde el alza de diciembre, que constituyó el primer incremento en casi una década.

La esperada reducción de las proyecciones a largo plazo para una "tasa neutral" implica además una desaceleración en el ritmo de las futuras alzas del tipo y apunta a menos incrementos, más espaciados de lo que esperaban las autoridades de los bancos centrales y los inversores.