Aunque mientras estaba tirado en la cancha tras recibir el rodillazo del colombiano Camilo Zúñiga, el delantero brasileño gritaba que no sentía las piernas, lo cierto es que su lesión no conlleva ningún tipo de daño neurológico.
El traumatólogo experto en columna de la Clínica Las Condes, Luis Larrondo, señala que la fractura de apéndice lateral de la tercera vértebra lumbar que sufrió Neymar, no compromete la estabilidad ni necesita inmovilización, aunque es muy dolorosa porque en esa zona se insertan los músculos de la espalda. "En general, el paciente requiere reposo relativo los primeros días y luego rehabilitación", señala, pero no podría jugar en estas condiciones por el dolor que se genera.
Marcelo Pérez, traumatólogo experto en columna de Clínica MEDS, explica que la contextura de Neymar pudo haberle jugado en contra. "Esa vértebra está más expuesta, a unos cuatro o cinco centímetros de la superficie de la espalda, y cuando hay poca musculatura, resiente más el golpe. Si este mismo golpe lo hubiera recibido Hulk, no se hubiera fracturado", dice.
El tratamiento para esta lesión, señala Pérez, es solo sintomático para tratar el dolor, no hay que operar, ni poner tornillos, sólo para mayor comodidad del paciente se usa faja, pero nada más. "He tenido pacientes rugbistas que no saben que hay fractura hasta que se hacen una radiografía", explica.
Respecto a la posibilidad de infiltrar al jugador para que pudiera jugar la final, Pérez dice que no es tan descabellado: si se inyecta analgésico para controlar el dolor, y el jugador aguanta bien, sí podría hacerlo.
"Todo depende de la tolerancia al dolor del deportista. Si lo aguanta podría jugar. No es una lesión que le deje secuelas para toda la vida o que ponga en riesgo su carrera. Hay personas que viven con ese apéndice de la vértebra desplazada porque el hueso nunca consolida y no les pasa nada", señala Pérez.
Tras el partido con Bélgica el sábado pasado, el delantero argentino abandonó la cancha con un desgarro grado 1 en el recto de su muslo derecho, lesión que lo dejaría fuera de una eventual final.
Los médicos de la albiceleste están tratando con células madre para recuperarlo, una herramienta que Di María ya utilizó para estar en la final de la Champions League el año pasado.
Gonzálo Fernández, deportólogo de Clínica Alemana, dice que lo habitual en estas lesiones es el tratamiento de kinesiología y fisioterapia y a las dos semanas volver al fútbol competitivo. Sobre tratamientos con células madre o plasma rico en plaquetas (PRP), el especialista dice que más que apurar la recuperación, ayuda con el dolor y la inflamación, pero no son todavía parte de las terapias convencionales.
Para Rodrigo Mardones, traumatólogo y director del Centro de Terapia Regenerativa Celular de Clínica Las Condes, inyectar células madre en la zona no está indicado en caso de desgarro. Además, duda que por el tiempo que se usó, hayan sido células madre extraídas de médula ósea y expandidas en laboratorio (sólo la multiplicación de células demora al menos un mes). "Puede haber sido un concentrado celular de grasa o de medula ósea que se inyecta", dice Mardones. En todo caso, ni concentrados ni PRP adelantan la recuperación; tampoco las células madre (mejoraría la calidad de la cicatriz).
Juan Monckeberg, traumatólogo de Clínica Meds y de Colo Colo, cree que el tratamiento con PRP, acorta el tiempo de recuperación entre 30 y 40%. El procedimiento consiste en la extracción de 10 o 15 cc de sangre por vía venosa que luego se centrifuga para separar las plaquetas, células que liberan factores de crecimiento que atrae más rápido y en mayor cantidad células regeneradoras. Si este fue el tratamiento aplicado a Di María, Monckeberg cree que el futbolista sí podría estar para la supuesta final de Argentina. Aunque la lesión es menor que la de Medel, el riesgo es el mismo, que se agrave y se extienda el desgarro.