La ANFP sigue sumando dolores de cabeza por el torneo de Segunda División Profesional. A la suspensión de Naval se sumará ahora la de Independiente de Cauquenes, que tampoco podrá ser parte de la tercera categoría rentada del fútbol chileno.
En Quilín sostuvieron que el club de la Séptima Región presentó cheques con órdenes de no pago para avalar la garantía de $ 30 millones que exigió el organismo que preside Arturo Salah para permitir la participación del equipo en el torneo.