Un instructor de un campamento, identificado como Dylan, dormía plácidamente en su saco de dormir al lado de un lago ubicado en Ward, a unos 32 kilómetros de Boulder, Colorado. Todo en orden, hasta que comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza.

La molestia, cada vez más fuerte, lo despertó. Ahí fue cuando el joven de 19 años se llevó una terrible sorpresa: un oso le estaba mordiendo la cabeza.

"Me agarró, me haló, luego mordió la parte de atrás de mi cabeza y me arrastró", aseguró Dylan, quien añadió que el animal lo arrastró unos cuatro metros antes de que intervinieran otros campistas en su ayuda.

[caption id="attachment_834526" align="alignnone" width="600"]

Así quedó el joven tras el ataque del oso.

Así quedó el joven tras el ataque del oso.[/caption]

"Por un segundo pensé que estaba soñando pero luego me dije: 'esto duele demasiado para ser un sueño'", señaló al canal KTVB-TV.

Tras el ataque, Dylan fue trasladado al hospital más cercano, donde recibió nueve grapas.