Las grandes sorpresas dominaron la jornada de ayer en Wimbledon. Un miércoles que dejó al torneo sin sus dos primeros preclasificados: Andy Murray y Novak Djokovic.
A primera hora, el británico, número uno del mundo y campeón defensor, perdió por 6-3, 4-6, 7-6 (4), 1-6 y 1-6, en un partido que en un momento pareció tener controlado ante el estadounidense Sam Querrey (28º). Sin embargo, la regularidad de su rival y los problemas en la cadera, que se agudizaron durante los últimos dos sets, privaron al ídolo local de avanzar a semifinales.
"Jugué con dolores todo el torneo y sabía que la situación recrudecería, pero Sam casi no falló ningún primer servicio en los dos últimos sets y no me dejó entrar en juego", argumentó Murray tras su derrota.
"Es una pena perder así, pero siento que hice todo lo posible", agregó el tenista, que durante esta temporada no ha tenido éxito en ninguno de los torneos de mayor jerarquía del circuito.
El norteamericano, por su parte, volvió a eliminar a un campeón defensor de Wimbledon (el año pasado batió a Nole) y se instaló por primera vez en su carrera en las semifinales de un major.
"Comenzaba a dudar de mis opciones en un Grand Slam y haberlo logrado tiene un sabor especial. Es un sueño hecho realidad", reconoció Querrey, quien ahora enfrentará por el paso a la final al croata Marin Cilic, vencedor del luxemburgués Gilles Müller, por 3-6, 7-6 (6), 7-5, 5-7 y 6-1.
Asimismo, la caída de Murray abrió una ventana para que Djokovic recuperara el número uno después de ocho meses. Para eso tenía que ganar el torneo. Sin embargo, los problemas físicos también se hicieron presentes en el cuerpo del serbio.
Al frente estaba Tomas Berdych, a quien le bastó ganar el primer set por 7-6 (2) para encaminar el partido a su favor. Cuando el checo se imponía por 2-0 y 15-0 en el segundo parcial, Nole se retiró por problemas en el codo derecho.
Djokovic manifestó que una de las opciones que maneja es operarse. "Tengo un problema en el codo, que me persigue desde hace más de un año y medio. Creo que llegó la hora de pasar por el quirófano, porque así no puedo seguir", se sinceró.
Vía libre para Federer
Con la caída de los dos primeros cabeza de serie, la figura legendaria de Roger Federer (5º) se instala como favorita para quedarse con el certamen por octava vez. Aunque antes deberá superar a Berdych.
Ayer el suizo dio una clase ante el canadiense Milos Raonic (7º), a quien derrotó por 6-4, 6-2 y 7-6 (4), mostrando gran nivel, a un mes de cumplir 36 años.
"Estoy jugando muy bien. He descansado y estoy fresco y con confianza", admitió el helvético, quien de todos modos no se siente favorito: "Ser favorito o no serlo no importa ahora. Los otros tres semifinalistas están jugando en gran nivel y tendrán lo suyo para decir en los próximos partidos. Son tan fuertes como yo".