Se espera que en cualquier momento Tiger Woods vuelva a ganar un major. No lo hace desde 2008 y muchos consideraban que la complicada cancha de Merion, sede del US Open, podría darle una mano, "borrando" a parte de sus rivales directos.

La historia, hasta ahora, es al revés, el número uno del mundo no ha podido leer bien el complicado y corto campo en Pensilvania, ubicándose debajo del puesto 10 de la pizarra, con +3, luego de cerrar ayer con par de campo.

La jornada fue maratónica, pues debió terminarse la primera ronda, suspendida el jueves por oscuridad, después de las demoras por mal tiempo.

Encima, el californiano evidenció ayer dolores en el codo izquierdo que, según dijo, siente desde el The Players, a principios de mayo: "Me duele desde hace un tiempo, pero no es un problema. Lo importante es que jugué bien, a pesar de cometer un par de errores".

El ganador de 14 "grandes" señaló además que "hay que seguir luchando, ya que es difícil saber cuál será el score que ganará el torneo. Creo que las cosas se pueden poner aún más difíciles".

Antes del campeonato, se especulaba que el campo corto favorecería los birdies, pero el mal tiempo, que ha humedecido la cancha, y el viento han hecho que pocos jugadores hayan vencido la cancha hasta ayer.

Woods nunca ha ganado un major después de terminar sobre el par sus primeras dos rondas, aunque con los altos números anotados en el torneo, todo podría pasar.

Eso sufre el número uno del mundo en Ardmore. No es el único, su escolta en el escalafón mundial, Rory McIlroy, tiene exactamente los mismos scores.

Al menos, el norirlandés fue positivo respecto de lo que le espera el fin de semana. "La verdad es que estoy muy feliz. Me encuentro en la lucha por los primeros lugares. No puedo pedir mucho más", aseguró el campeón de este mismo certamen hace dos temporadas.

Pero el gran protagonista del día fue Billy Horschel. El estadounidense, de 26 años, anotó 67 golpes (-3) y de seguro quedará entre los mejores del campeonato.

El oriundo de Florida fue quien realmente aprovechó ayer el corto campo de Merion. Es el primer golfista desde 1992 en acertar los 18 greens en regulación en una ronda. Esta estadística mide la cantidad de golpes con que se llega al green, que siempre es dos menos que el par, pues se supone que después se harán dos putts.

Horschel ha estado brillante todo el año: fue segundo en el Houston Open, tercero en el Texas Open y noveno en el Heritage, además de ganar el Zurich Classic.

Latinos, fuera

Sólo dos sudamericanos había en el field del US Open, ambos argentinos. Ni Estanislao Goya ni Angel Cabrera pasarán hoy el corte, que se definirá cuando se termine de jugar la segunda ronda.

"Tano" había sorprendido el jueves, ubicándose top 10, pero se fue con +14. El "Pato", en tanto, totalizó +15.