Cuando Dolores O'Riordan pisó por primera vez Chile en agosto de 2007, el asistir al concierto que daría el día 23 en el Teatro Caupolicán era lo más cercano que la fanaticada local de The Cranberries podría estar de escucharlos y verlos en vivo. En ese entonces, la banda estaba separada desde hacía cuatro años, sin señales de un eventual retorno.
Quizás por eso el debut de la irlandesa generó tanta expectativa. Poco más de cinco mil personas asistieron ese día a un postergado primer encuentro nacional con una de las voces fundamentales de los 90, agotando todas las localidades del recinto de la calle San Diego (incluso vendiéndose ubicaciones detrás del escenario). Desde el primer minuto, O'Riordan hizo un guiño a fervoroso recibimiento: "Lamento haberme demorado tanto", dijo mientras entonaba con su guitarra los primeros acordes de Zombie, el rabioso himno de The Cranberries que abrió la noche, el que fue recibido con el público coreando el nombre de la vocalista al unísono.
Un show con una evidente cuota de nostalgia y deuda saldada, pero que destinó un espacio privilegiado a la actualidad: de las 20 canciones que O'Riordan interpretó esa noche, diez fueron sacadas de su disco debut, Are you listening?, publicado meses antes. La otra mitad fue reservada para clásicos de su desaparecida banda: Linger, Animal instinct, Free to decide y Dreams, entre otros.
Pero el público nacional no se tendría que conformar con esa única visita de O'Riordan en solitario. En 2009, The Cranberries anunció su reunión con una gira mundial que iniciaría en noviembre, y que el 26 de enero de 2010 los haría debutar en Chile, con un concierto en el Movistar Arena. Noticia bienvenida por los fanáticos, aunque un dolor de cabeza para la intendencia metropolitana: en ese mismo día y hora, a pocos metros de distancia (en el Club Hípico), Metallica realizaría un show para 50 mil personas.
El escenario fue más grande, aunque la postal similar: O'Riordan nuevamente pidió disculpas por el esperado concierto, pero esta vez con Fergal Lawler, Mike y Noel Hogan acompañándola. Nuevamente fueron 20 canciones, pero su gran mayoría fue un repaso por los grandes éxitos del conjunto, aunque guardando un espacio para tres temas solistas de la cantante. Y nuevamente Dreams cerró la noche, pero ahora con todos sus intérpretes originales en un mismo lugar. Sería de paso la última canción de The Cranberries en Chile. Cuando la banda anunció una gira mundial en 2017, se encendió la esperanza de alguna nueva visita. Pero el tour fue cancelado, justamente por problemas de salud de la cantante.