Al mediodía de ayer, la Presidenta Michelle Bachelet llegó hasta la Gobernación de Curicó, en la VII Región, para reunirse con cerca de mil beneficiarios del programa de recambio de calefactores, destinado a reducir la contaminación en esa zona del país a través de la entrega de equipos a parafina, pellet o gas, y reemplazar el uso de leña.
La actividad podría haber sido una más dentro de la agenda de la Mandataria, pero no fue así por dos razones. Primero, Bachelet, que coincidencia o no, vestía una vistosa chaqueta color verde, decidió estar acompañada del ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, quien ha estado en el centro del debate de los últimos días tras liderar el polémico rechazo del Comité de Ministros del proyecto minero Dominga, que generó críticas en el propio equipo económico del gobierno. Fuentes del Ejecutivo comentan que fue la Presidenta Bachelet quien pidió que el titular de Medio Ambiente se sentara justo a su lado.
Y segundo, por las declaraciones de la Mandataria, que reivindicó el crecimiento sustentable como un sello de su gobierno, rebatiendo las palabras del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. El lunes el jefe de las finanzas públicas cuestionó el rechazo a Dominga señalando que "algunos no tienen el crecimiento dentro de sus prioridades", lo que dejó aún más en evidencia las fuertes divisiones generadas en el gabinete tras el rechazo al proyecto, que fue desechado por 3 votos (Medio Ambiente, Salud y Agricultura) contra 2 (Energía y Minería) y una abstención, de parte del ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, que acusó falta de tiempo para analizar nuevos antecedentes sobre el proyecto.
"Necesitamos que la economía crezca, pero necesitamos que el crecimiento vaya de la mano del cuidado del medio ambiente (...) hay gente que cree que si uno se preocupa del medio ambiente, la economía no va a seguir creciendo, y sí puede, sólo que hay que ponerse otros anteojos, y decir, miremos esto de otra manera", dijo la Mandataria ayer en Curicó. Y agregó: "Esto no es un asunto de gustitos personales, sino que es una necesidad objetiva del país, una exigencia por otro lado de la ciudadanía, y queremos que sea un sello del gobierno".
Las palabras de la Jefa de Estado, quien según fuentes de gobierno no fue advertida previamente por Hacienda de las declaraciones que haría el ministro Valdés el lunes, tenían al jefe de las finanzas públicas como claro destinatario, según admiten las mismas fuentes.
Reacciones
Los dichos de la Mandataria se leyeron en Teatinos 120 como una "quitada de piso" al equipo económico y durante la tarde de ayer no pocos especularon con la posible salida del gabinete de Valdés o incluso de Céspedes, lo que hasta el cierre de esta edición no ocurría. Sin embargo, fuentes de gobierno señalan que se trata de un tema "en desarrollo" y no se descarta que alguno de los secretarios de Estado deje la administración en las próximas horas o días.
En Hacienda, si bien hay quienes destacan que no se sorprendieron por la reacción de La Moneda a los dichos de Valdés, reconocen que la relación está en un punto crítico, que existe molestia ante lo que estiman constantes dificultades y cuestionamientos a la gestión del jefe de las finanzas públicas, y que se trata de la mayor crisis desde la salida del ex ministro Alberto Arenas. Ello, más aún considerando que también el subsecretario de la cartera, Alejandro Micco, calificó de apresurada la decisión de rechazar Dominga.
Ayer el ministro Valdés declinó realizar comentarios, tras participar por la tarde de una reunión en La Moneda con sus par de Segpres, Nicolás Eyzaguirre, para analizar la agenda legiuslativa en materia de educación.
En Economía, aunque apuntaron a desdramatizar las diferencias el interior del gabinete, reconocieron que "generó ruido" el discurso de la Mandataria y subrayaron que ante una salida de Valdés, Luis Felipe Céspedes podría seguir sus pasos.
Otras fuentes al interior del Ejecutivo apuntan que las palabras de Bachelet dan cuenta de que la negativa al proyecto en el comité de ministros fue desde un inicio respaldada por la mandataria y su equipo político. "Este es el triunfo del segundo piso de La Moneda", comenta una fuente.
Cabe recordar que la semana pasada, el subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, respondió a los dichos de Micco señalando que "el rol de los funcionarios públicos es respaldar la institucionalidad que existe en el país, si a alguien no le gusta una decisión de un organismo regular del Estado y es funcionario público no puede andar haciendo comentarios de eso, eso no corresponde".
En las redes sociales, el ex ministro del Interior, Jorge Burgos, solidarizó con su ex colega del gabinete. "Aguante Rodrigo Valdés, necesitamos un ministro de Hacienda serio y firme en sus convicciones", dijo Burgos en Twitter.