Un debut apabullante el de Dominga Sotomayor (28). Prácticamente, el que se quisiera cualquier director de cine. Uno que incluye premios y el reconocimiento por parte del medio. El 2012 De jueves a domingo, su primera película, realizó un intenso circuito de festivales y en el camino consiguió importantes victorias. Se estrenó en el Festival de Rotterdam y se quedó con el premio mayor del certamen. A Chile llegó en octubre de ese año, como parte de la competencia oficial del Festival de Cine de Valdivia, y consiguió la misma distinción.
Este año, la directora destacó nuevamente en el prestigioso festival holandés. Junto a la polaca Katarzyna Klimkiewicz, con quien codirigió La isla, recibió el galardón en la competencia de cortometrajes. El proyecto comenzó cuando ambas fueron invitadas por el Festival de Cine de Copenhague para realizar una película juntas. Ninguna se conocía de antes. La filmación tuvo lugar poco tiempo después en Chiloé.
"Fue una sorpresa bonita, porque es un corto bien personal, filmado en un lugar donde yo viví cuando chica. Y, además, Rotterdam es uno de los festivales más importantes en mi trabajo. Hay una relación especial con el festival y fue un buen indicio para este corto, que va a estar mostrándose en diferentes lugares durante el año", dice Sotomayor.
La isla continuará su recorrido por festivales en México, Portugal y Polonia. También participará en la próxima versión de Bafici y en el Festival de Cine de Iquique.
Ambientada durante una reunión familiar en la isla de Chiloé, el corto muestra la preocupación que se instala entre los integrantes de esta familia cuando se percatan de que uno de los invitados aún no ha llegado a la cita. La espera se extiende y el misterio aumenta. "Es una observación sobre gente que no sabe algo", dice la directora desde París, quien ha estado aprovechando su estadía en Europa para reunirse con inversionistas interesados en apoyar su proyecto Tarde para morir joven. "Se están abriendo varias posibilidades afuera, quiero filmar de todas formas en un año más. El próximo verano", agrega.
No quiere adelantar demasiado sobre el largometraje, pero cuenta que está basado en un incendio ocurrido en 1991, en la Comunidad Ecológica de Peñalolén: "Es una historia adolescente".
Mientras consigue apoyo para esa producción, la directora se ha mantenido ocupada desarrollando trabajos más pequeños. En enero pasado se fue a filmar durante ocho días a Argentina, con un equipo de cinco personas. La acompañaron Nicolás Ibieta, director de fotografía del realizador Ernesto Díaz (Mirageman), y su montajista, Catalina Marín. El rodaje se realizó en Villa Gesell y, por el momento, la película no tiene título. Tampoco se sabe si será un mediometraje o un largo, pues no hubo guión, sino que sólo anotaciones e improvisación. "Es una película que parte de la idea de que no sabemos lo que va a ser". El elenco es argentino: Lisandro Rodríguez, Vanina Montes y Andrea Strenitz. "Quizás se estrene durante el año", dice.
Otro de sus planes es viajar a Lisboa, en julio, para realizar una película colectiva con otros cuatro directores, quienes fueron invitados por el festival IndieLisboa. Serán cuatro cortometrajes de 20 minutos, cada uno de ellos a cargo de un realizador.
Por otra parte, desde hace un tiempo que Dominga Sotomayor ha estado volcando su carrera hacia las artes visuales. En 2012 expuso en la galería Tate de Londres, invitada por el artista islandés Olafur Eliasson. Actualmente, trabaja en una exposición que piensa montar a fin de año. Adelanta que se tratará principalmente de fotografías y videos.
Como si fuera poco, también trabaja como productora ejecutiva en el que será el debut como directora de la actriz Manuela Martelli. La película aún está en su primera fase y tiene como título tentativo 1976. "Tengo ganas de trabajar en proyectos que me parece que se tienen que hacer y que me dan el espacio para involucrarme creativamente", finaliza Sotomayor.