"Es un sueño hecho realidad", asegura Bárbara Mori sobre su nuevo proyecto, Dos Lunas, que graba en Ciudad de México, junto al argentino Leonardo Sbaraglia (Cenizas del paraíso). La actriz de origen uruguayo recibe a La Tercera en uno de los descansos de la grabación de la serie en uno de los barrios más exclusivos de la capital mexicana, en un set de grabación instalado en una enorme casona que data de principios del siglo pasado.

Dos Lunas, cuyo primer capítulo se emite mañana a la medianoche por el recién lanzado canal Mundo Fox, cuenta la historia de Soledad, una mujer con doble personalidad que de día trabaja como sicóloga y de noche se convierte en "Luna", una atrevida DJ.  "Esta serie tiene mucho de mí. Creo que ahorita estoy pasando por un momento profundo en el que me pregunto quién soy y si soy esa persona que el mundo quiere que yo sea o soy la persona que soy en esencia", asegura Mori un tanto pensativa. Pero, dice, "no soy ni como Luna ni como Sole. Soy como loca", confiesa entre risas. "Sole es una mujer preparada. Luna no tiene filtros, actúa sin pensar en las consecuencias y tiene cosas de lo que todos somos", apunta.

Y profundiza sobre la temática de la serie: "Todos los seres humanos tenemos una dualidad y es de lo que habla la serie, de la identidad, de quiénes somos en realidad, siempre tenemos una parte que quiere irse de fiesta y tomar y pasársela padrísimo, y la otra no, que nos dice que debemos comportarnos", añade Mori.

La actriz, quien recuerda con cariño la ciudad chilena de Valparaíso, donde filmó la cinta del mismo nombre, comparte créditos con el argentino Leonardo Sbaraglia . En la serie, él encarna a un dueño de club nocturno que acaba de enviudar y se debe hacer cargo de su traumatizada hija. Además, se involucra románticamente con ambas personalidades, pensando que son dos gemelas distanciadas.

Durante la visita al set de grabación, donde se recrea un centro de atención para ayuda al menor, Sbaraglia filma una escena al lado de la actriz mexicana Arcelia Ramírez para hablar de un problema relacionado con su hija (dentro de la ficción).

Pero no sólo con ese conflicto tendrá que lidiar Bruno, su personaje, sino con  la incertidumbre de conocer a Luna y Sole. "Bruno está convencido de que está con dos mujeres diferentes, pero con un mismo rostro. La relación que hay entre Luna y Bruno es tremendamente sexual, con un sentido erótico realmente muy interesante", opina, y añade sobre el rol: "Pierde a su mujer y de alguna manera tiene que aprender a convivir con su hija, lo cual es bastante precioso y muy conmovedor".