Dos policías estadounidenses fueron asesinados durante la noche de ayer en incidentes separados que las autoridades catalogaron como emboscadas en el estado de Iowa.
Los oficiales fueron abatidos en sus vehículos, a unos 3 kilómetros de distancia entre ellos. El primer tiroteo se registró a las 1.00 horas en Urbandale, un suburbio de Des Moines, su compañero fue emboscado media hora después en la ciudad.
El Departamento de Policía de Des Moines está conmocionado ya que los oficiales fueron baleados mientras estaban estacionados en sus autos, monitoreando información sospechosa. El jefe de Policía, Dana Wingert, afirmó que "ahora mismo hay un peligro claro y presente para los oficiales de policía" por lo que las autoridades no dieron más detalles de la investigación que llevan para esclarecer las causas y la autoría de los ataques.