El actor estadounidense Michael Douglas, que figura en la portada de abril de la revista "Vanity Fair", habló sobre la relación con su hijo Cameron, que se encuentra preso por tráfico de drogas y que está a la espera de una sentencia el próximo 27 de abril.
Durante una larga entrevista con la publicación, Douglas, de 65 años, confesó que se siente culpable por la educación que recibió su hijo y que observa paralelismo entre la relación del actor con su padre (Kirk Douglas) y de él con su hijo (Cameron).
"Mis prioridades eran similares (a las de mi padre). Primero estaba la carrera profesional", declaró el protagonista de "Wall Street".
El afamado actor y productor, que ya cuenta con dos premios Oscar, señaló que durante los años noventa cuando se divorció de su primera esposa, Diandra Luker, dejó a Cameron con el gran vacío de un padre "celebridad", la misma situación que él vivió cuando sus progenitores se divorciaron en los años cincuenta.
"La historia de la segunda generación de actores no es muy buena en nuestra industria. En realidad es como un camino trágico", reconoció el actor.
Douglas, que se prepara para el estreno de su última cinta "Wall Street: Money Never Sleeps", tuvo problemas de alcoholismo a principio de los años noventa. Por su parte, Cameron, de 31 años, que ha sufrido de adicción a las drogas y ahora enfrenta problemas legales, protagonizó con su padre y abuelo la comedia dramática "It Runs in the Family".
"Cualquier persona con un familiar o un hijo que sea adicto a las sustancias ilegales tiene idea de lo que se siente. Este es uno de los peores casos", señaló Douglas.
A manera de nota positiva, Douglas reconoció que al igual que su progenitor, está tratando de ser un mejor padre.
Douglas tiene dos hijos con la actriz Catherine Zeta-Jones, Dylan de nueve años y Carys, de seis.
Por su parte, Zeta-Jones asegura que su esposo ha sido un padre devoto desde el principio. "Estoy segura de que si hubiera podido amamantarlos, lo hubiera hecho", afirmó.