Ni Michael Phelps lo había conseguido. Y eso es mucho decir. Lo hecho por el estadounidense Caeleb Dressel es un hito histórico y que puede marca el nacimiento de una nueva estrella de la natación, justo cuando se busca al sucesor del trono que dejó vacante el Tiburón de Baltimore. Ayer, en el Duna Arena de Budapest, el norteamericano no ganó uno, ni dos, sino tres oros en la misma jornada. Y todo con apenas 20 años.
En sólo 34 minutos, el floridano se subió a lo más alto del podio en dos oportunidades. Primero en los 50 libre, donde anotó 21''15 en la prueba más veloz de la natación. Segundo fue el brasileño Bruno Fratus (21''27) y tercero el británico Benjamin Proud (21''43). Cesar Cielo, también de Brasil y poseedor del récord del mundo en la distancia, terminó octavo.
Dressel apenas alcanzó a secarse cuando tuvo que saltar nuevamente a la piscina, esta vez para competir en la definición de los 100 mariposa. Ahí rozó la plusmarca planetaria de Phelps (49''82), deteniendo el cronómetro en 49''86, el segundo mejor registro de toda la historia. Esa marca, seguramente, caerá más pronto que tarde. Hasta ahí, ya era una jornada redonda para el doble medallista olímpico. Pero él quería más. Junto a Nathan Adrian, Mallory Comerford y Simone Manuel, casi no tuvieron dificultades para quedarse con el relevo mixto de la 4x100 libre, con récord del mundo incluido. La nueva plusmarca quedó en 3'19''60. Y claro, con los ganadores individuales en damas y varones de los 100 libre, era difícil que a Estados Unidos se le arrancara ese metal dorado. Ese fue el tercer oro para Dressel. Todo en un día. Un hecho histórico. Sin precedentes.
Así, llegó a seis títulos en Hungría. Antes ya había ganado los 100 libre, la 4x100 libre masculina y la 4x100 combinada mixta. Y aún le queda la posibilidad de un séptimo oro, cuando hoy compita en la 4x100 combinado. El equipo estadounidense deberá decidir si lo hace nadar en mariposa o rematando en el crol. Como sea, los norteamericanos son los más serios candidatos a quedarse con esa prueba y Dressel podría agigantar su figura, la que va camino a transformarse en leyenda.
Dueña de los récords
La sueca Sarah Sjöstrom volvió a romper un récord mundial. La europea, hoy, es la reina de la velocidad, aún cuando el viernes había perdido la final de los 100 libre. La decepción duró poco. Porque si antes de eso, en la 4x100, ya había roto el récord mundial de los 100 libre, ayer en las semifinales de los 50 libre, logró un tiempo de 23''67 y quebró el registro que desde 2009 le pertenecía a la alemana Britta Steffen, misma a la que le arrebató la plusmarca de los 100. La sueca, hoy, posee las mejores marcas mundiales en esas dos pruebas además de los 100 y 50 mariposa, carrera que ayer ganó con comodidad con 24''60, siendo la única que bajó de los 25 segundos.