El seleccionador holandés, Guus Hiddink, arremetió contra los fanáticos de su país que pifiaron al volante español Andrés Iniesta, apelando al recuerdo de su gol en la final del Mundial de Sudáfrica 2010, con el que conquistó el título. El jugador del Barcelona no fue titular, ingresó en el minuto 76 por Santi Cazorla.
"Al principio no me di cuenta, pero cuando me enteré pregunté el por qué y no lo entiendo, es una vergüenza", dijo lamentando lo ocurrido. "Los que han pifiado a Iniesta son unos sinvergüenzas, deben sentirse mal por faltar el respeto a una persona tan grande, a un grandísimo jugador que merece todo el respeto. Así es el deporte; marcó en la final del Mundial, pero merece respeto", agregó.
No es la primera vez que Iniesta es foco de las pifias por parte de hinchas rivales. En 2011, en el estadio San Mamés, la casa del Athletic de Bilbao, nació una enemistad entre el "8" culé con los fanáticos vascos. Todo nació por una falta del defensa Fernando Amorebieta sobre el azulgrana, siendo expulsado por la infracción. Como la entrada fue fuerte, el árbitro Mateu Lahoz mostró la tarjeta roja directa. Pero los hinchas del Athletic no lo entendieron así, creyendo que Iniesta exageraba.